annes. 13 de mayo. Lo positivo de la selección oficial de Cannes este año es que ha confundido las expectativas. Muchas predicciones no se cumplieron, al menos en cuanto a colocación de películas se refiere, pero nadie parece decepcionado con la oferta. Según palabras del delegado general Thierry Frémaux, “es una buena selección. Es nueva, es fresca…nuestra selección va a permitir algunas conjeturas, algunas hipótesis y la misión es poner nombres nuevos en el mapa del cine mundial”.
Atrás han quedado, al parecer, los tiempos en que Cannes parecía un club exclusivo, con un número limitado de miembros. Es inevitable que algunos nombres reaparezcan, pero sorprende la cantidad de debutantes en la competencia. Entre ellos, el mexicano Michel Franco, quien, después de haber ganado en 2012 el premio de la sección Una Cierta Mirada con Después de Lucía, compite ahora con Chronic, una coproducción franco-mexicana hablada en inglés y protagonizada por Tim Roth.
El caso de Chronic no es el único que ha optado por el inglés como idioma adoptivo. También están las películas italianas Il racconto dei racconti, dirigida por Mateo Garrone y protagonizada por Salma Hayek, y Youth, de Paolo Sorrentino; The Lobster, la coproducción multinacional del griego Yorgos Lanthimos, y la noruega Louder than Bombs, de Joachim Trier. Lo cual parece una tendencia para facilitar una especie de internacionalización, el inglés como idioma oficial del cine.
En compensación a que en el año pasado no hubo un solo largometraje mexicano en todo el festival de Cannes, en esta ocasión hay una segunda selección oficial. Las elegidas, segundo largometraje de David Pablos, compite en Una Cierta Mirada y aborda el tema de la prostitución infantil en el norte del país.
No es la única película que enfoca el tema del crimen organizado en México. Por parte de Estados Unidos, en la competencia oficial, está Sicario, del canadiense Denis Villeneuve, sobre una agente del FBI reclutada para participar en la captura del capo de un cártel de la droga. Ya veremos en qué términos se describe un tema tan espinoso y susceptible a simplificaciones.
La participación mexicana en Cannes está apuntalada por la enorme presencia del cineasta Guillermo del Toro en el jurado oficial. Sin duda, uno pagaría por ver cómo serán las conversaciones entre Del Toro y los presidentes del jurado, los hermanos Ethan y Joel Coen.
La programación de la competencia también marca el regreso de autores que llevaban años de ausencia en la Croisette. Entre ellos está el estimable estadunidense Todd Haynes con Carol, una historia de amor lésbico; Nie Yin Niang (El asesino), del taiwanés Hou Hsiao-Hsien, quien no había filmado un largometraje desde 2007; el también estadunidense Gus Van Sant con The Sea of Trees, una reflexión sobre el suicidio.
Algunas de las películas más atractivas para el gran público han sido seleccionadas fuera de competencia, como la nueva realización de Woody Allen, Irrational Man; el regreso del australiano George Miller a su dinámica franquicia de Mad Max: Fury Road (que se estrenará en la misma semana en todas las pantallas mundiales), y la nueva animación de Pixar, Inside Out, de Pete Docter. En el otro extremo están las funciones de medianoche, con Amy, documental de Asif Kapadia sobre la desaparecida cantante Amy Winehouse; Love, del provocador Gaspar Noé (que algunos han descrito como porno en 3D), y O pisseu, del sudcoreano Hong Won-Chan, un thriller policiaco.
Según puede deducirse, el programa ciertamente promete por lo menos mucha variedad. Y eso que sólo se han mencionado algunos títulos de la sección oficial. Todavía faltan las selecciones de la Quincena de Realizadores y la Semana de la Crítica. (La Quincena incluye un documental chileno, Allende, mi abuelo Allende, con coproducción mexicana; y en la Semana se exhibe, por tradición, un programa de cortos presentado por el festival de Morelia).
Ya comprobaremos en los días siguientes si la apuesta por lo nuevo y lo riesgoso rendirá una edición satisfactoria. A ver si al final del festival, todos son- reímos como lo hace Ingrid Bergman en el cartel oficial.
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