lgunos miembros de la autoridad electoral en esta ciudad han decidido ignorar que en gran cantidad de colonias, barrios, la violencia electoral se ha convertido en una realidad imposible de ocultar.

Bueno, eso de imposible es más un buen deseo que una realidad. Ya sabemos que para los magistrados de cualquier instituto electoral hasta los fraudes más obvios desaparecen, eso sí, siempre en nombre de la democracia, que vale para eso y más en manos de una autoridad electoral que vela por la salud de los partidos antes que por la limpieza en el ámbito electoral.

Pero en este caso lo que sucede en la ciudad de México debería tener a los miembros del Instituto Electoral del Distrito Federal más que preocupados y deberían construir alguna solución para explicar a los votantes qué es lo que sucede en estos comicios.

Parecería como si ningún miembro del organismo habitara en el Distrito Federal. Como si fueran extranjeros que recién llegan a la ciudad y desconocen, en su totalidad, lo que pasa en sus calles; seres ajenos a lo que dice la autoridad judicial y a las denuncias cotidianas que aparecen en los medios de comunicación. En fin, magistrados ignorantes de la realidad que suponen que con decir que la violencia electoral no existe todo queda resuelto.

Mientras en Magdalena Contreras un grupo que se hace llamar Las Justiciarias es utilizado por las autoridades delegaciones para controlar el voto a partir de hechos violentos, hay otros como Los Lobos, en Gustavo A. Madero, que, según cuentan, aparecen en estos tiempos electorales como un muy bien entrenado grupo de choque, y junto con ellos los multicitados Los Claudios, o cualquier otro, siempre dependientes de los mandos burocráticos de la delegación en que actúan.

No hay datos confiables que nos den idea certera de la violencia que se ha desplegado por la contienda electoral. Hasta hace unos días la Base Electoral, instrumento que creó el GDF para recibir denuncias por la batalla política, anunció que en lo que va de la contienda ha recibido un promedio de cinco denuncias diarias, una decena de ellas por hechos violentos.

Por su parte, la Fiscalía Especializada en Asuntos Electorales de la PGJDF tiene registradas 26 denuncias por agresiones y otros delitos de esa naturaleza; sin embargo, la autoridad electoral desvía la atención de los hechos y responde con el facilón no hay violencia generalizada, como la avestruz que mete la cabeza en el hoyo para ignorar su realidad.

Lo más curioso de todo es que además de Los Claudios, que se han hecho famosos y son parte de la alianza PRI-Verde, los demás grupos pertenecen al PRD, que curiosamente es el que más chilla. Para el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, esta ha sido una lección más que una elección. Lo que ha aprendido de lo que son los suyos y de lo que son capaces sus competidores le servirá para el futuro. Por eso no puede permitir que esta contienda se le salga de las manos.

De pasadita

Con una violencia cada vez mayor, en los límites del estado de México y el Distrito Federal se cometen a diario un sinnúmero de asaltos contra la gente que menos tiene. Tal vez por ello no le importe nada a los gobiernos del estado de México y de esta ciudad, pero el problema crece a diario y cuando menos Miguel Ángel Mancera debería poner a trabajar a sus servicios policiacos para evitar que ese horror se siga dando. Vamos a ver.

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