Alta ruralidad, indicador determinante, según el Rimisp
Lunes 11 de mayo de 2015, p. 35
La información oficial sobre los niveles de pobreza del periodo 1992-2012 demuestra que ésta no ha variado en el país en esas dos décadas y hay cinco estados donde se localizan los municipios con mayores condiciones de miseria: Guerrero, Puebla, Oaxaca, Chiapas y Veracruz.
Estos índices de pobreza en el país coinciden con que entre 1990 y 2012 se dio un muy bajo crecimiento del PIB per cápita mexicano, el cual fue de sólo 1.2 por ciento en promedio, por debajo de América Latina que fue de 1.7 por ciento, indica el estudio Trampas de pobreza y desigualdad en México, 1990, 2000 y 2010, del Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural (Rimisp), elaborado por Mariana Pereira e Isidro Soloaga.
El crecimiento de México se ve aún peor si se compara con naciones como Chile, que reportó un incremento de su PIB de 3.8 por ciento, y Perú, de 3.5, en el mismo periodo. La medición de pobreza por ingresos en 1992 identificó a 53.1 por ciento de la población en pobreza patrimonial, mientras en 2012 fue 52.3 por ciento, indica el estudio.
La investigación del Rimisp refiere que es determinante la localización geográfica en indicadores clave del bienestar, y una de las características de los territorios que no han logrado salir de la pobreza es su alta ruralidad. Destaca que en ellos reside alrededor de 24 por ciento de la población mexicana, en tanto otro 14 por ciento vive en localidades consideradas semirrurales, las cuales han presentado fuerte incidencia de trampas de pobreza y desigualdad. Las trampas de pobreza se entienden como situaciones que mantienen a muchas regiones en rezago permanente.
Los niveles de pobreza en zonas rurales, donde habita más de 20 por ciento de la población del país, son casi tres veces más grandes que los de zonas urbanas, indica un estudio de caso específico sobre los municipios de Santa Isabel Cholula y Tianguismanalco, también del Rimisp.
En este análisis se constató que para saltar las trampas de pobreza, Santa Isabel Cholula logró desprenderse de restricciones implícitas en apoyos productivos del gobierno y con redes ya existentes fortaleció la producción de cultivos para los cuales tenía ventajas comparativas, aprovechando un nicho de alta demanda por los mismos, en un contexto de una mayor derrama económica local.
En tanto, los cambios en los niveles de bienestar de San Juan Tianguismanalco quedaron restringidos a la derrama que pudiera surgir de actividades ligadas a programas de gobierno y a una estructura productiva derivada de la relación del tipo centro-periferia con Atlixco, la ciudad principal de referencia para ambos municipios.
Estos municipios tienen niveles bajos de desigualdad, menores que los del promedio nacional y que los de Puebla. El estudio también menciona que las personas que no tienen tierra ni educación crecen en condiciones de marginación, por lo que algunos encuentran una salida en la migración
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