La literatura fue festejada ayer por las editoriales Almadía, Colofón, El Naranjo y Círculo Azteca, al celebrarse el festival Letras al Aire en la Plaza de la Constitución de Tlalpan, donde media docena de actrices y actores dieron lectura a cuentos y fragmentos de novelas de igual número de escritores.

Primero tocó la orquesta Esperanza Azteca, o una de ellas, que si no era el platillo principal de este acto multidisciplinario, así pareció. Incluso, la agrupación, bajo la batuta de Eduardo Barreda, tardó tanto en hacer la prueba de sonido y luego en actuar, que dejó poco tiempo para la lectura en voz alta. Obvio, el público estaba, en su mayoría, compuesto por familiares de estos niños que se atreven a vivir sus sueños.

Tinoco, Bali, Mansour

Conducido por Antonio Rosique y Carlos Rangel, La Manigüis, el primer texto en ser leído fue un cuento del libro Oficios ejemplares, de Paola Tinoco, una mirada irónica a estos modos inventados y sui géneris de ganarse la vida.

Uno de estos noveles oficios es el del viene-viene, que se apoderó de las calles para cuidar el coche a quien lo estaciona. También, personas que traen una especie de peto con cigarros, chicles, condones, lo que sea que puedas necesitar en el momento adecuado, y te lo venden hasta en los semáforos, expresó Tinoco. El cuento Soñatriz fue leído por la actriz Verónica Langer.

Antes de que la actriz Kenia Gascón diera lectura al cuento El dios de los juguetes, del libro La herida en el cielo, de Rowena Bali, la autora aconsejó a las personas que quieren escribir, pero que no saben por dónde empezar, leer, porque la lectura da mucha inspiración.

También pidió al público que no desprecie a los escritores nacionales y recomendó a sus colegas Ana Clavel y Mónica Lavín.

Un fragmento de la novela La locura de Macario, de Marisela Aguilar Salas, fue leído por la actriz Leticia Huijara, quien aseguró que una de las cosas que une a los hijos con la mamá es la lectura.

En seguida, el actor Paco de la O leyó una crónica de la novela Por amor al dólar, de JM Servín, quien se fue de indocumentado nueve años a Nueva York, Dublín y París.

Verónica Mansour, quien se ha dedicado a la literatura para niños, aseguró que el infantil es uno de los públicos más exigentes y críticos. Si no les gusta la primera hoja del libro, con la mano en la cintura te abandonan, dijo.

Dos cuentos de su libro Había una vez, pero al revés, fueron leídos por el actor Omar Fierro, quien convocó a todos los niños presentes a subir al escenario con él. Incluso puso a varios a leer.

Después de obsequiar libros del catálogo general de las diferentes editoriales participantes, el festival terminó con la lectura, por parte del actor Sergio Kleiner, de un fragmento de Solsticio de infarto, de Jorge F. Hernández, volumen de reciente publicación de Almadía.