En el inicio de las Mesas de análisis y propuestas: la izquierda que México necesita, Ifigenia Martínez resaltó que a esta opción política hay que redefinirla, sanearla, depurarla y, a partir de ahí, unirla, rescatando el valor de las ideas y de los ideales.

Como moderadora de los trabajos, que se llevaron a cabo en el Palacio de Minería, destacó que México vive uno de los momentos más decisivos de su historia y “eso obliga a tomar una posición muy definida a quienes nos consideramos de izquierda, llámense progresistas, nacionalistas, socialistas, comunistas, socialdemócratas, troskistas…

En fin, todos aquellos que coincidimos en una visión social para enfrentar y resolver los problemas y las contradicciones nacionales, dijo en el acto convocado por la Mesa permanente de las izquierdas, donde confluyen académicos y políticos, entre otros.

Martínez indicó que el reto que las elecciones les imponen como ejercicio inédito es identificar a los mejores de entre los mismos de la izquierda. Es decir, que si queremos sostenerla como opción, debemos aprovechar la circunstancia para reivindicarnos frente a la ciudadanía.

Habló de castigar la corrupción, la falta de ética, las desviaciones, la demagogia, la proclividad a usar los mismos métodos que antes criticábamos a nuestros adversarios, el entreguismo y la indefinición ideológica.

Señaló que en 2018 para tener posibilidades reales de salvar a México, es imprescindible presentar un gran frente amplio democrático, desde la izquierda, pero abierto a todos los mexicanos que estamos convencidos de que nuestro país merece un gobierno mejor.

Desigualdad, tema central

A su vez, el economista Rolando Cordera manifestó que en una agenda de la izquierda, el tema central debería ser la lucha contra la desigualdad, porque eso era lo que la diferenciaba de la derecha y de otras opciones.

“Para no ir más lejos, bastaría con retomar el espíritu de la Revolución Francesa: libertad, igualdad y fraternidad, para darle sentido a la palabra libertad y demostrar que la fraternidad es algo más que buenas intenciones.

Con eso sería más que suficiente para empezar a darle sentido a las nuevas luchas de la izquierda. Y (...) atender otros temas que, aunque históricamente no han sido de la izquierda, hoy los tiene que asumir.

También participaron el sociólogo Manuel Canto, el académico Gregorio Vidal, la activista Tania Hernández, el estudiante universitario Daniel Sibaja y Fabricio Molina, asesor en el Senado.