Washington.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos abrió ayer una investigación para determinar si la policía de Baltimore participa en violaciones sistemáticas o discriminatorias luego de la muerte –en abril pasado– de un joven negro que estaba bajo custodia policial, informó Loretta Lynch, fiscal general.

La investigación, que empezará inmediatamente, busca determinar si oficiales del Departamento de Policía de Baltimore han participado en algún tipo de prácticas que violen la Constitución y los derechos civiles, explicó Lynch.

Concretamente, añadió, la indagación se centrará en las acusaciones de que uniformados hacen uso de fuerza excesiva, incluida la fuerza letal, además de requisas, decomisos, arrestos ilegales y prácticas de discriminación.

El 19 de abril Freddie Gray, negro de 25 años, falleció por una lesión en la columna vertebral mientras era conducido en una camioneta de la policía a una comisaría. Seis agentes han sido acusados de tener responsabilidad en ese deceso.

Hemos visto la trágica pérdida de la vida de un joven y a un movimiento de protesta pacífico unirse para expresar las preocupaciones de una comunidad, indicó Lynch, afroestadunidense, quien señaló que la muerte de Gray provocó una seria erosión de la confianza de la población.

Mientras, en el estado de Delaware la policía difundió un video de agosto de 2013 en el que se ve a un policía blanco patear de manera violenta en la cara al sospechoso afroestadunidense Lateef Dickerson cuando pone sus manos sobre el piso, luego de que el lunes un jurado de investigación acusó al oficial de agresión en segundo grado.

El cabo de policía Thomas Webster, arrestado el lunes, fue suspendido y enviado ante un jurado popular, etapa previa al juicio en que se define la inculpación. Otro jurado popular lo había exculpado en marzo de 2014.

En este contexto, miles de personas, en su mayoría policías, asistieron en Long Island, Nueva York, al funeral del oficial Brian Moore, de 25 años, fallecido el lunes, dos días después de recibir un disparo en la cabeza cuando se encontraba en su auto en el barrio de Queens.

Moore fue el quinto policía baleado y es el tercero en morir en Nueva York desde mediados de diciembre pasado. Un hombre negro, sospechoso de ser el autor del disparo, fue detenido poco después del ataque.