La economía mexicana crece a un ritmo menor al esperado, reconoció este miércoles Agustín Carstens Carstens, gobernador del Banco de México. En un entorno internacional complejo, en el que año con año después de la crisis de 2008 se han reducido los pronósticos de crecimiento mundial, el previsible aumento de las tasas de interés en Estados Unidos, por la normalización de la política monetaria en aquel país, que va a generar volatilidad, es una buena noticia para México, sostuvo, al participar en una convención del sector asegurador.

En el plano interno, la economía mexicana sigue creciendo, quizá a un ritmo menor del que teníamos esperado; la producción industrial no ha crecido tan fuertemente como nos hubiera gustado, apuntó Carstens al participar en la 25 Convención de Aseguradores de México. Los dos factores que han contribuido a esta situación, añadió, son el desempeño de la minería y la construcción.

La actividad en el sector de la manufactura viene muy bien, al igual que el consumo de electricidad. Sin embargo, la construcción, que había mostrado una recuperación importante en los últimos 13 meses, ha caído recientemente. Y en la minería, con una contracción de 3.9 por ciento anual en febrero, el factor que más ha contribuido a la caída tan significativa ha sido la disminución de la plataforma de producción de Petróleos Mexicanos y todas las actividades relacionadas con la extracción de crudo.

Realmente el tema petrolero ha sido muy importante, tanto por los ingresos que ha dejado de percibir el gobierno como por el impacto que tiene en la producción industrial, en la minería y el efecto que tiene en las exportaciones. Entonces, sí es muy importante, digamos, que esas reformas empiecen a materializarse, afirmó.

La cola de la crisis internacional

Carstens expuso que se vive la cola de la crisis financiera internacional, que estalló en el otoño de 2008 en el sistema financiero de Estados Unidos y de ahí se extendió a la economía mundial.

Recordó que el Fondo Monetario Internacional redujo en abril pasado, por octavo año consecutivo, su pronóstico de crecimiento mundial, lo que simplemente es muestra de que estamos enfrentando la cola, pero todavía es parte de la crisis financiera internacional.

En este sentido, destacó que entre el grupo de los países económicamente avanzados, Estados Unidos –el principal destino de las exportaciones mexicanas– es el que tiene las mejores perspectivas de crecimiento.

Debido al avance en el crecimiento y la recuperación de empleo en Estados Unidos, respecto de los niveles previos a la crisis, ha habido la expectativa de que el banco central de aquel país comience un proceso de normalización de su política monetaria e impulse el despegue de las tasas de interés, que allá han estado en un nivel cercano a cero. La anticipación de un aumento en las tasas de interés ha generado reajustes de portafolios en los mercados y eso se ha transmitido a todos los mercados financieros internacionales, donde se han observado movimientos de volatilidad, dijo.

Un punto bien importante es que el aumento en las tasas de interés son buenas noticias para México, porque eso significa que la economía de Estados Unidos está más fuerte, está creciendo más y si hay un país que se puede beneficiar de eso es México.

La perspectiva es que haya un periodo de transición que podríamos decir que va a ser con cierta turbulencia, porque el aumento en las tasas va a generar volatilidad en los mercados, pero al fin del día es una transición que nos va a llevar a un estado de la economía y de nuestro principal socio comercial mucho mejor. Entonces eso creo que es muy importante tenerlo en mente, consideró.