La mayoría de los jóvenes de educación básica y media superior piensan de manera equivocada sobre el condón y desconocen la pastilla de anticoncepción de emergencia.

De acuerdo con el Análisis Sobre Educación Sexual Integral, Conocimientos y Actitudes en Sexualidad en Adolescentes Escolarizados, que el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y el Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH y el Sida (Censida) realizaron a más de 3 mil 800 adolescentes, menos de 3 por ciento de los encuestados recibieron todos los contenidos sobre salud sexual y reproductiva durante la primaria; en secundaria, 20 por ciento recibió los contenidos, y en educación media superior sólo 9 por ciento.

Al respecto, 97 por ciento de las y los adolescentes no sabe cómo se emplea la anticoncepción de emergencia (que se usa en las primeras 120 horas después de una relación sexual en la cual no se usó condón ni anticonceptivo).

Sólo 14.6 de los varones y 15.6 por ciento de las adolescentes tiene una actitud positiva hacia el condón: “63 por ciento percibe el condón como efectivo para prevenir embarazos, infecciones de transmisión sexual y específicamente para prevenir el VIH. Esto implica que la tercera parte de las y los adolescentes no perciben el condón como efectivo para estos tres fines.

Veinte por ciento piensa equivocadamente que éste puede usarse más de una vez; 11.5 por ciento de los varones y 17.3 de las mujeres reporta sentirse inseguro al usarlo: 31 por ciento se siente inseguro de traer un preservativo en caso de necesitarlo y 35 por ciento se siente indeciso de hablar sobre el condón con una pareja potencial.

En cuanto a la gestación, 39.7 por ciento de las escolares embarazadas refirió que su embarazo había sido planeado y 45.6 por ciento dijo que su embarazo era no deseado. De las que reportaron estar o haber estado embarazadas, 48.5 por ciento refirió que su último embarazo había sido planeado, 11.3 que no fue planeado y 40.2 que era no deseado.