n lo que a la vida de las estrellas se refiere en nuestro artículo que se tituló La energía renovable aumenta en el mundo, sí hay desde luego un concepto discutible, que no es mío, sino que publica, y yo lo único que hice fue reproducirlo, la Universidad de Oxford en su atlas, y yo, con tan modesta aportación, que hace ya varios años en nuestro periódico se publicó. Lo único que he tratado de hacer, y espero que así quede muy claro, es este otro ar­tículo de los varios que he publicado al respecto alrededor de los problemas tan complejos que encierra el uso adecuado sin abusar de la naturaleza en primerísimo lugar, y en seguida, solamente me propongo pasar algo de esta materia que se dice venderse en todo el mundo, en un mercado muy volátil: las ideas que puedan ser útiles en todo caso para quienes manejan el gobierno, o en el Poder Legislativo, diputados y senadores, esperando que esto pueda ser para ellos de alguna utilidad.

En este plan, y advertido por técnicos y científicos que como yo tratan de aportar sus mejores ideas para beneficio del pueblo mexicano, he escuchado, por ejemplo, y él no lo oculta, que es un magnífico doctor, Humberto Marengó, quien se pronuncia por la energía nuclear en momentos en los que el tsunami que afectó a Japón en 2011 obligó a los gobernantes a clausurar todas las plantas que tenían y que generaban la totalidad de la energía de dicho país. También en esos mismos momentos crecía bárbaramente el precio del petróleo y derivados.

Es así como en la actualidad tenemos que encontrar una pronta solución para la baja del precio internacional del petróleo en todo el mundo, en este mercado internacional que, como ya lo mencionamos, es muy volátil, y en este caso nos está perjudicando. Incluso se ha dañado seriamente la estructura de la economía y de la construcción de infraestructura sin que se vea todavía con claridad la solución por la que podemos optar, para aumentar la producción, para crecer la economía nacional cuando no sería muy aventurado afirmar que el daño se ha hecho a la economía mundial.

Yo personalmente, con toda modestia y tomando en cuenta el reconocimiento que indudablemente le debemos los ingenieros al doctor Humberto Marengó, me pronuncio por solicitar de las amplias y complejas organizaciones, como es propiamente la Agencia Internacional de la Energía.

Esta organización, que es la voz técnica-científica de la OCDE, hace un análisis muy serio en su Panorama mundial de la energía 2014 de cómo sería la economía para los diversos escenarios en la explotación del gas válida para todo el mundo y, desde luego, para después del año 2015, en el que estamos, y hasta 2050; que abre muchos caminos para llegar a la explotación del gas shale e igualmente para el shale oil, es decir el gas y petróleo de pizzarra, que tienen efectivamente muchas probabilidades de explotarse con ventaja económica y seguridad técnica, pero que se ha descubierto que en los procesos de producción hay daños irreparables que se producen al obtener el gas o el petróleo y que son perjudiciales para el medio ambiente.

La otra línea específica de producción que a mí, desde mi modesto nivel técnico, me produce algún entusiasmo debido a las esperanzas que despierta el estudio que presenta precisamente el multicitado Atlas of the World de Oxford, de la página 45 en adelante, que se funda en la obtención de los combustibles para producir la energía en su totalidad que se consumirá, según los análisis de los propios estudiosos que no se citan aquí por la pura nómina de agradecimientos que da la guía y en varias páginas podríamos utilizar una orientación, en lo que podemos suponer que el Instituto Politécnico Nacional, y sobre todo el Instituto Mexicano del Petróleo, están estudiando ya, desde hace algún tiempo, y que ya habrá tiempo y vida para continuar y que la opinión pública interesada en estas cuestiones aporte sus conocimientos como nosotros lo hacemos, a cambio solamente de las críticas como la de don René, a quien le mando un saludo. Donde quiera que sea que viva. La distancias ya no serán un problema para que la comunicación también sea una realidad, que se sustente por sí misma.