La arquitectura mexicana en la actualidad mantiene el prestigio que le dieron los grandes maestros del siglo XX a través de un relevo generacional que promete aún muchas sorpresas, considera Gustavo López Padilla, curador de la muestra colectiva 21 jóvenes arquitectos mexicanos: relevo generacional, que se presenta en el Museo Nacional de Arquitectura.

La exposición está formada por 21 proyectos de igual número de despachos, los cuales “sin ser necesariamente novedosos –pues en general reinterpretan repertorios compositivos, formales y constructivos, previamente experimentados– brindan resultados que permiten vislumbrar un presente y un futuro promisorios”, añade el también catedrático de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México.

La muestra ha itinerado durante más de dos años por el país y la integran maquetas de madera, que disfruta el público, en especial el infantil, al mirar después en fotografías y videos las propuestas de los arquitectos transformarse en hermosos edificios.

Están presentes los despachos AT103, Elías Rizo Arquitectos, Muro Rojo, T3Arc, Bunker Arquitectos, Serrano Monjaraz, JSa, Muñoz Arquitectos, Gracia Studio, Fernanda Canales y Vinculación FA, entre otros profesionales de diversos estados de la República.

El especialista destaca en el libro El relevo generacional: arquitectura mexicana contemporánea (el cual forma parte del proyecto de la exposición) que salvo contadas excepciones, como la reciente remodelación de la Cineteca Nacional, proyecto de Michel Rojkind (2013), la mayoría de los trabajos de los jóvenes están lejos de las tentaciones de la arquitectura espectáculo, demasiado comercial, abiertamente formalista, que es frecuente encontrar hoy día en muchos países y ciudades del mundo, en sus revistas dedicadas a la arquitectura. La aportación más valiosa de los jóvenes arquitectos mexicanos, y que no es para nada desdeñable, consiste en realizar simple y llanamente buena arquitectura.

Muestras del trabajo de los despachos García Estudio y Vinculación FA (imagen superior)

Añade que hace unos 30 años no se hacía en México una exposición para dar a conocer a los protagonistas de un cambio en la manera de hacer arquitectura. Hasta hace unas décadas, añade el curador, era impensable, por ejemplo, que un proyecto tan importante como la edificación de la nueva sede del Senado de la República se ofreciera en concurso abierto, que lo ganaran jóvenes arquitectos y que además no fueran del Distrito Federal (son de Yucatán los jóvenes del despacho Muñoz Arquitectos).

Museos, aeropuertos, hoteles, casas habitación, capillas, oficinas, proyectos de gran calidad y seriedad, 85 por ciento de los cuales fueron encargados por la iniciativa privada. Hay poca arquitectura pedida por el Estado; no vemos vivienda social, ni mercados, escuelas u hospitales públicos como antaño; además, la mayoría son realizadas por egresados de universidades privadas.

Por ello, López Padilla considera que las universidades públicas, donde hay jóvenes de gran talento, deberían hacer un esfuerzo mayor por prestigiar a sus egresados y sus programas de estudio; también debería ser más constante la organización de concursos públicos, abiertos, democráticos y transparentes para que las oportunidades fueran para todos.

La muestra 21 jóvenes arquitectos mexicanos: relevo generacional se presenta en el Museo Nacional de Arquitectura, ubicado en el tercer piso del Palacio de Bellas Artes. Concluye el 24 de mayo.