En 1906 se fundó la colonia Reforma, en Guadalajara, hoy conocida como Lafayette. En las 40 manzanas que la conforman se encuentran 62 inmuebles de valor artístico y 220 de carácter artístico ambiental.

A esa colonia está dedicado el libro Guía ciudadana Lafayette, de la investigadora Ana Lucía González, que fue presentado la noche del martes en la sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes.

La intención de este título, publicado por Taller Patrimonio y Metrópoli, es difundir y promover el valor del patrimonio artístico de esa zona, así como enseñar y formar a los jóvenes que se inician en la carrera de arquitectura, señaló la autora, quien destacó que entre los inmuebles que se localizan en la colonia Lafayette están cinco de Luis Barragán.

Memoria viva

El libro tiene un formato pequeño para que se pueda utilizar con facilidad, no sólo por los estudiantes, sino por todo interesado en el patrimonio, y está dedicado al ciudadano, que es el depositario real y propietario del patrimonio artístico, señaló Dolores Martínez, directora de Arquitectura y Patrimonio Artístico Inmueble del Instituto Nacional de Bellas Artes.

El patrimonio vivo, el patrimonio cercano, el patrimonio del siglo XX, de la vida moderna, es nuestra oportunidad de mantener viva esta memoria, añadió la funcionaria.

Enrique Xavier de Anda, del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), indicó que esa guía parece inaugurar el capítulo de las guías ciudadanas a las que entiendo como materiales al acceso de la gente de la ciudad que se interese en conocer la importancia de los inmuebles de una zona.

Ana Lucía González menciona a la identidad arquitectónica de Guadalajara en el siglo XX como resultado de la reacción de la presencia europea aun antes de la fundación de la escuela de Arquitectura (de la Universidad de Guadalajara), frente a una cultura local, con un imaginario muy consolidado, resultado a su vez de la distancia geográfica con la ciudad de México que fue el gran polo de creación arquitectónica en la primera mitad del siglo pasado, añadió De Anda.

La finalidad del libro, dijo, es dar al lector las pistas que permitan identificar los inmuebles y la información básica para ubicar el edificio culturalmente, en una colonia donde, si se sobreponen los mapas que conforman el ejemplar, el lector se dará cuenta de que casi todos los lotes o manzanas tienen una obra distintiva, lo cual aporta a la colonia Lafayette carácter de catálogo de arquitectura.