Miércoles 29 de abril de 2015, p. 2
Washington.
La sonda Messenger de la Nasa tendrá un final espectacular. Si todo transcurre según lo previsto, este jueves se estrellará en Mercurio, poniendo fin así a más de 10 años de investigaciones. Para entonces se habrá agotado todo el combustible e impactará en el planeta más cercano al Sol a una velocidad de cuatro kilómetros por segundo, dejando un cráter de unos 16 metros de diámetro.
“La sonda dejará de funcionar, pero consideramos que la misión de Messenger fue todo un éxito”, afirmó John Grunsfeld, director de ciencia de la Nasa. Al mismo tiempo, ahora comienza una misión mucho más larga, que consiste en analizar los datos que permitirán conocer los secretos científicos de Mercurio
. La sonda ha tomado más de 250 mil fotografías y recopilado grandes cantidades de información.
Messenger llevó a cabo en parte un trabajo pionero. Despegó en agosto de 2004 desde el centro espacial de Cabo Cañaveral, en Florida, después de más de tres décadas sin una sola misión a Mercurio. Mariner 10, su única predecesora, sólo había cartografiado la mitad de la superficie del planeta, de cuya existencia se tiene conocimiento desde hace más de 3 mil años.
Desde el inicio de la misión, Messenger recorrió más de 19 mil kilómetros. La sonda, de unos 500 kilogramos, llegó a la órbita de Mercurio en 2011. En realidad su objetivo era dar una sola vuelta alrededor de un planeta que tiene aproximadamente el tamaño de la Luna. Pero como las circunstancias fueron favorables y había suficiente combustible, la misión se prolongó en dos ocasiones, por lo que duró cuatro años más.
Messenger no se encontró con un planeta especialmente acogedor, como ya tenía claro la Nasa antes del inicio de la misión. Durante la noche las temperaturas de Mercurio bajan hasta -200 grados Celsius, en el día llegan a superar 400. Y el Sol se pone sólo una vez cada 88 días terrestres, el tiempo que dura un día en Mercurio.
Fotografías e información soprendentes
Sorprendió a los investigadores con sus fotografías y datos de ese planeta. Protegida del calor por un escudo de cerámica especial y equipada con ocho instrumentos científicos, la sonda descubrió una inesperada y fuerte actividad volcánica, una insospechada escasez de hierro en la superficie e indicios de la existencia de agua.
Además, fotografió la última zona todavía desconocida del planeta. Por primera vez en la historia tenemos un conocimiento real sobre Mercurio, que lo presenta como una parte fascinante de nuestro sistema solar
, explicó Grunsfeld.
La Nasa estará en contacto con Messenger hasta aproximadamente 10 minutos antes de que se estrelle en Mercurio. Después tocará decir adiós, sin poder siquiera dar una última mirada a la sonda, que se impactará en la cara oculta para la Tierra.