Domingo 26 de abril de 2015, p. 20
Francfort.
Volkswagen dio a conocer la renuncia del presidente de su junta directiva, Ferdinand Piëch, de 78 años. El anuncio se dio tras un inusual enfrentamiento entre Piëch y otros miembros de la junta en torno a la dirección del mayor fabricante automovilístico europeo y segundo en el mundo. Su esposa, Ursula Piëch, también renunció a sus cargos en la empresa. De acuerdo con Volkswagen AG, el comité de dirección de la junta decidió que no existe la confianza mutua necesaria para una cooperación exitosa
. Agregó que el vicepresidente de la junta, Berthold Huber, se desempeñará como presidente interino.
Piëch, gran figura del mundo de los negocios alemán, fue director ejecutivo de Volkswagen de 1993 a 2002 y presidente del consejo de vigilancia del grupo desde que dejó ese cargo. El nieto de Ferdinand Porsche, quien fundó la empresa de autos deportivos con el mismo nombre y diseñó la primera versión del VW Beetle, ha sido un punto de referencia en la industria automotriz alemana.
Choque en la cúpula
Recientemente Piëch había causado revuelo al distanciarse del director general de Volkswagen, Martin Winterkorn, de 67 años, maniobra interpretada como una tentativa para deshacerse de quien durante mucho tiempo fue su protegido, desde que lo colocó en ese puesto en 2006. Piëch chocó con los miembros más influyentes del consejo de vigilancia, entre los que figuran su primo Wolfgang Porsche, el estado regional de Baja Sajonia –que es accionista del grupo– y representantes del personal, quienes se pusieron del lado de Winterkorn.
La noticia provocó conmoción, pues Piëch parecía inamovible hasta hacía apenas algunas semanas. El diario Handelsblatt se refirió en su sitio web a una fractura histórica
. La interinidad podría durar algún tiempo, advirtió el jefe de gobierno del Estado regional de Baja Sajonia, Stephan Weil. El órgano de control de Volkswagen, grupo poseedor de 12 marcas de autos y 600 mil empleados, buscará con calma y cuidado
a un sucesor para Piëch, dijo, y hasta entonces el consejo trabaja normalmente, la dirección trabaja normalmente
.
La alquimia entre Piëch y Winterkorn, dos ingenieros, era vista como vector de estabilidad para una empresa que ambicionaba destronar en poco tiempo al número uno mundial, el japonés Toyota.