Al menos un millón 500 mil fueron asesinados por fuerzas del imperio turco-otomano
El presidente de Turquía, país que no admite la matanza, envía condolencias a familiares de víctimas
Sábado 25 de abril de 2015, p. 17
Ereván.
Armenia recordó ayer el centenario de la matanza de un millón 500 mil armenios a manos de las fuerzas armadas del entonces imperio turco-otomano, en una ceremonia que contó con la presencia de los presidentes Vladimir Putin, de Rusia, y François Hollande, de Francia, además de delegaciones de 60 países, incluidos los 20 que han reconocido oficialmente la agresión, ocurrida de 1915 a 1917.
La ceremonia del 24 de abril recuerda el día en que unos 250 intelectuales armenios fueron capturados en lo que se considera el primer paso de la matanza, perpetrada mediante ejecuciones, marchas forzosas y deportaciones, iniciadas en momentos en que las autoridades otomanas temían que los cristianos armenios se pusieran del lado de Rusia, su enemigo en la Primera Guerra Mundial.
El presidente de Armenia, Serge Sarkisian, confió en que el hecho sea universalmente reconocido como genocidio y se disipe la oscuridad de 100 años de negación
.
Para la mayoría de los historiadores los acontecimientos paralelos a la primera conflagración global están catalogados como genocidio, pero el gobierno turco –resultado de un movimiento republicano triunfante en 1923– rechaza el término. Afirma que la cifra de víctimas se ha exagerado y que los muertos en la década de 1910 fueron parte de una guerra civil, agravada por una hambruna por la que perecieron hasta 500 mil armenios.
Los efectos de la controversia
La controversia en torno a los acontecimientos de la hoy independiente Armenia es uno de los temas que ha obstaculizado el proceso de incorporación de Turquía a la Unión Europea.
A pesar del rechazo al concepto de genocidio, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, expresó desde Ankara sus condolencias a los descendientes de las víctimas, mientras en la península de los Dardanelos, en el estrecho que comunica el mar Negro con el Mediterráneo, al norte de Turquía, fue conmemorado el centenario de la batalla de Galípoli. A esta ceremonia asistieron el príncipe Carlos, de Inglaterra, y Tony Abbott, primer ministro de Australia, cuyo ejército sufrió numerosas bajas en aquel episodio de la Primera Guerra Mundial, en el que fallecieron 400 mil personas.
Tanto Francia como Rusia forman parte del grupo de países que han reconocido el genocidio. Me inclino ante la memoria de las víctimas y vengo a decir a mis amigos armenios que no olvidaremos jamás las tragedias que su pueblo ha padecido
, expresó Hollande en la ceremonia de Ereván, al tiempo que Putin dijo que nada justifica las matanzas masivas
.
Las palabras de Putin provocaron una reacción airada de Ankara, que criticó a Moscú por sus prácticas inhumanas dirigidas contra los pueblos musulmanes
, incluido el de Turquía, que en su historia cuenta episodios de enfrentamiento armado con Rusia.
El presidente estadunidense, Barack Obama, también se hizo presente en la conmemoración de la matanza, pero al emitir un comunicado desde la Casa Blanca evitó utilizar el término genocidio. No obstante, exigió pleno, sincero y justo reconocimiento de los hechos
.
En Alemania, el presidente del Parlamento, Norbert Lammert, reconoció durante la sesión plenaria el genocidio
armenio. Utilizó por vez primera ese término para calificar dichos acontecimientos.
Tras la ceremonia oficial en Ereván, cientos de miles de armenios se dirigieron hacia el memorial del genocidio en Ereván, el lugar más visitado del país, donde depositaron flores y velas cerca de una llama eterna.
En Turquía, armenios y turcos marcharon en el centro de Estambul, antigua capital monárquica otomana, para recordar a los 250 intelectuales detenidos en la ciudad hace 100 años y para instar al gobierno a que reconozca el genocidio. En oposición, un pequeño grupo nacionalista convocó a una protesta contra las acusaciones hacia el imperio desvanecido después de la Primera Guerra Mundial.
La diáspora armenia llevó a cabo otros actos de recuerdo en diversas ciudades del mundo, desde Los Ángeles y Buenos Aires hasta Estocolmo.
Estas conmemoraciones se desarrollan un día después de que la cristiana Iglesia armenia canonizó el jueves al millón y medio de víctimas de la matanza, en una ceremonia sin precedente en el mundo.
Hace unas semanas el papa Francisco se refirió a los hechos de 1915 a 1917 como el primer genocidio
del siglo XX, lo que propició críticas del gobierno turco.
El Papa habló de manera muy clara y, al mismo tiempo, fue discreto con el tema
, aseveró el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, quien explicó que el pontífice no quiso suscitar animosidad
, sino invitar a las partes a acercarse, a dar una interpretación común de la historia y encontrar motivos de entendimiento
.