Washington.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, recibió ayer a los Patriotas de Nueva Inglaterra en la Casa Blanca, donde fiel a su estilo relajado bromeó con los campeones de la NFL sobre la polémica suscitada en torno a los balones desinflados.

Usualmente cuento chistes en este tipo de eventos, pero con la visita de los Patriotas temí que 11 de 12 salieran ponchados, dijo el mandatario durante la ceremonia de recepción.

Lo anterior, en referencia a que los Patriotas fueron investigados luego de ser acusados de utilizar balones desinflados en la final de la Conferencia Americana ante Potros de Indianápolis.

A su vez, el entrenador en jefe del equipo, Bill Belichick, le lanzó un gesto de desaprobación con el pulgar hacia abajo.

El equipo de Nueva Inglaterra volvió a la Casa Blanca por cuarta ocasión, aunque en las tres anteriores los recibió el entonces presidente George W. Bush.

En esta visita no estuvo presente el mariscal de campo Tom Brady, debido a un compromiso familiar.

Otro de los momentos humorísticos de Obama fue cuando dijo a todos los asistentes que le pidió al ala cerrada Rob Gronkowski no quitarse la camisa.

Asimismo, afirmó que tenía listas unas tijeras en caso de que Belichick decidiera cortar las mangas de su traje, en alusión a las sudaderas de este tipo que suele portar el coach.

El presidente estadunidense recibió de regalo un jersey conmemorativo por parte del propietario de los Patriotas, Robert Kraft, quien le sugirió que Nueva Inglaterra podía ser su favorito de la Conferencia Americana.