El campeón de la Concacaf se definirá en patio canadiense
Jueves 23 de abril de 2015, p. a43
No alcanzó a limpiar su conciencia el América, luego de la paliza del Querétaro, pero al menos evitó sentirse en camino a la horca en esta final de la Liga de Campeones de la Concacaf. Las Águilas apenas alcanzaron un agónico empate a un gol, ante el Impact de Montreal, en el juego de ida de anoche en el Azteca.
Los canadienses demostraron que no era una utopía pensar en la victoria, pues estuvieron a un suspiro de completar su obra.
A otro lúgubre día se perfilaron los de Coapa en la primera parte del trámite; se toparon con un conjunto disciplinado y eficiente, que al minuto 16 los tenía ya contra las cuerdas. Un buen avance de la visita lo culminó Ignacio Piatti en el área para abrir el marcador. Nada pudo hacer el portero Moisés Muñoz, quien reapareció en el arco, para evitar el 0-1.
Sus compañeros tampoco pudieron hacer mucho para espantar el fantasma del desaliento en las tribunas. Michael Arroyo fue quien trató un poco más de inquietar la meta defendida por Evan Buch. Al minuto 9 mandó un tiro que salió cerca del poste derecho y al 31 el árbitro le anuló un gol por estar en fuera de lugar.
Benedetto, quien fue la figura de la goleada al Herediano en la semifinal, vivió ahora su noche triste, lo mismo que Darwin Quintero.
El América iba al frente por obligación, pero sin recursos, en el intento de crear peligro. En cambio, los de Montreal fueron un auténtico dolor de cabeza con sus cotragolpes.
Piatti casi concreta uno más al minuto 28, y en la agonía del primer tiempo a Dominic Oduro lo tuvieron que jalonear cerca del área para que no aumentara la ventaja.
Con el ingreso de Oribe Peralta en el complemento se encendió la tribuna. El público trató, con el tradicional ¡Vamos América, esta noche tenemos que ganar!
, hacer su parte para la reacción del equipo. Parecía que se encaminaban a otro periodo de espanto los anfitriones porque carecían de armonía y concentración. Contrario a sus rivales, que desesperaban a los de Coapa hasta en el momento de los cambios; a empujones querían sacarlos de la cancha.
Al minuto 67 mandó un disparo lejano que se estrelló en el poste y al 88 un centro que terminó salvando un poco el honor del equipo. Rubens cobró una falta por el lado izquierdo y Oribe remató con la cabeza en el área para el 1-1. Fue un final cardiaco por el asedio americanista a la meta rival.
El técnico Gustavo Matosas dijo que la serie está viva y que rescataba la entrega de sus pupilos, que nunca bajaron los brazos, mientras que su colega, Frank Klopas, dijo que la pasaron bien en México, que fue un buen resultado y que van a casa con posibilidades de coronarse.
La próxima semana en Canadá, las Águilas deberán ganar o empatar por marcador de 2-2 o más para coronarse e ir al Mundial de Clubes, a fin de año, sin olvidar que el domingo jugarán el clásico mexicano ante Chivas.