Los camoteros vencen 4-2 a Chivas en estadio con sobrecupo
Ahora tengo un reto mayor y debo trabajar mucho, afirmó Cuau
Miércoles 22 de abril de 2015, p. a39
Puebla.
¡Se fue como campeón! Tras 25 minutos en la cancha, Cuauhtémoc Blanco alzó el trofeo tricolor de la Copa Mx, que el Puebla conquistó al vencer 4-2 a las Chivas. Con sonrisa triunfal y su medalla sobre el pecho, el 10 posó jubiloso al lado de sus compañeros, quienes momentos antes lo habían alzado en hombros tan sólo para que el público lo aclamara.
Lo disfruté al ciento por ciento. Agradezco a Dios el don de haber podido jugar futbol, estoy contento con la gente que siempre me apoyó; no tengo resentimientos con nadie
, pero agregó: Le faltó al señor (Jesús López) Chargoy darme un reconocimiento, pero así es esto... Ahora tengo un reto mayor y debo trabajar mucho
.
En el accidentado partido no faltó un aficionado que se metió al campo, un apagón que puso suspenso y al final la alegría de un público desquiciado que centró la atención en Blanco, quien lloró y con la mirada buscaba a sus seres queridos. El Puebla se olvidó de la amenaza de descenso y se sumó a la fiesta del adiós.
Con evidente sobrecupo en el estadio de Lobos BUAP, una vez más las Chivas demostraron que son locales en cualquier cancha y los colores rojo y blanco prevalecieron en el atestado graderío.
El primer tiempo se pintó de azul, porque el equipo de la franja fue amo y señor, aunque sólo anotó dos goles y falló al menos otras dos claras opciones.
Al minuto 7 Matías Alustiza llegó casi a la línea de fondo por el lado derecho y sacó un centro retrasado que remató Facundo Erpen con un cabezazo picado que entró al lado derecho del portero José Antonio Rodríguez.
El atribulado arquero siguió atareado, defendiendo con apuros, hasta que al minuto 25 Luis Gabriel Rey puso el 2-0 mediante un remate de cabeza tras un largo servicio de Alustiza. Desde la banca de suplentes Blanco festejó la anotación.
Lo mejor del Guadalajara en el primer periodo fue un remate en el área chica de Aldo de Nigris, pero el guardameta Fabián Villaseñor desvió hacia arriba.
Un minuto antes de irse al descanso, el cuadro de la franja perdonó: Luis Miguel Noriega estaba solo en el área chica y echó el esférico a un lado.
El conjunto visitante reaccionó al inicio del complemento. Al minuto 54, De Nigris puso el 2-1 al cobrar una falta desde fuera del área. Su tiro dibujó una curva, Erpen se lanzó con afán defensivo y no tocó la pelota, pero estorbó al portero, quien ya no pudo reaccionar y el balón entró a su meta.
Para ese momento Blanco ya calentaba, con más atención a las acciones dentro del campo que a sus ejercicios.
Al minuto siguiente De Nigris logró el empate 2-2. Marco Fabián, quien había entrado al 53, cobró un tiro de esquina y puso el balón en el área, donde Giovani Hernández cabeceó sin fuerza, pero lo dejó a modo para que Aldo aplicara certero punterazo.
El silbante Luis Enrique Santander señaló la pena máxima por lo que consideró una mano deliberada de Kristian Álvarez. Alustiza cobró en forma impecable, con un tiro bien colocado, a la derecha de Rodríguez, para poner el 3-2 al minuto 59.
Un aficionado con la playera de Chivas irrumpió en la cancha y el juego debió ser interrumpido hasta que los uniformados lo atraparon e inmobilizaron.
El Puebla aprovechó el desconcierto y Alustiza coronó su noche al imponer el 4-2. El atacante descolgó a velocidad, con un quiebre se quitó la marca de dos defensas y tiró cruzado.
Alustiza forjó la noche gloriosa de un Puebla que, paradójicamente, en el torneo de liga está al borde del descenso. El estratega local, José Guadalupe Cruz, decidió sacarlo para dar entrada al hombre del día, quien tras una brillante carrera de 21 años decidió retirarse.
Una ovación ensordecedora acompañó el ingreso de Blanco; el estadio entero le aplaudió y retumbó el grito de “¡oeee, oeee, oe, oe, oe, Temo, Temo...!”
Al minuto 84 Francisco Torres metió el antebrazo en el área y Santander marcó penal, ahora en favor de Chivas; no obstante, De Nigris echó la pelota fuera y se perdió una posible reacción. El juez central expulsó a Hedgardo Marín, con lo cual el Rebaño se quedó con 10 hombres.
Blanco recibió un excelente servicio al minuto 89, tenía toda la ventaja para encarar al portero, pero sus piernas y el peso de su cuerpo fueron el insuperable obstáculo y no alcanzó la pelota.
Cuando se anunciaron cinco minutos de alargue se produjo un apagón y llegó otra estampa inusitada, porque los aficionados iluminaron el graderío con sus celulares.