El curador y promotor cultural Carlos Enrique Ashida Cueto (Distrito Federal, 1955) falleció ayer, en Guadalajara, a las 8:50 horas, de cáncer.

Habría cumplido 60 años el próximo primero de noviembre. En el momento del deceso era curador en jefe del Instituto Cultural Cabañas.

Ashida estudió la carrera de arquitectura en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente; sin embargo, su desarrollo profesional siempre estuvo ligado al arte, pues se dedicó a la promoción de las artes visuales desde 1983, primero como galerista y posteriormente como curador.

En la capital jalisciense fue director de la Galería Clave, del Taller Mexicano de Gobelinos, del área de Artes Plásticas del Departamento de Bellas Artes de Jalisco y del Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara (1998-2000).

Las exposiciones con las que se dio a conocer en la ciudad de México fueron Germán Venegas: polvo de imágenes (1992) y Lesa natura: reflexiones sobre ecología (1993), en el Museo de Arte Moderno (MAM). Esta última fue inaugurada por Luis Donaldo Colosio, entonces titular de la Secretaría de Desrrollo Social.

Sin embargo, Acné o el nuevo contrato social ilustrado (1996), presentada primero en Baños Venecia, en Guadalajara, y luego en el MAM, en su momento fue considerada un parteaguas en el arte contemporáneo.

Aparte de las muestras del MAM, Ashida también curó exhibiciones para los museos Tamayo Arte Contemporáneo y el del Palacio de Bellas Artes, así como el Antiguo Colegio de San Ildefonso, el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey, el Instituto Cultural Cabañas y el Centro Cultural Tijuana, entre otras instituciones.

En la ciudad de México dirigió el Museo de Arte Carrillo Gil (2002-2007) y, luego, en Oaxaca, el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca.

En 2005 fue el comisario general de la presencia de México como país invitado en la feria de arte Arco, en Madrid.

También incursionó en el ámbito de la docencia al impartir clases en varias universidades, así como talleres para profesionales.

Funeral privado

La artista Dulce María de Alvarado, quien colaboró con Ashida a partir de la exposición de Germán Venegas, dice al respecto: Carlos era un genio para detectar a los artistas y armar un discurso. Era un faro, nos dio luz. Fue una guía que siempre abrió camino. Siempre iba a la vanguardia. Pero, por desgracia fue un genio incomprendido y poco apoyado.

El funeral de Ashida se manejó de manera privada en la capital jalisciense.

Dejó una gran colección de arte que le llevó años formar y que hizo por gusto propio.

Sus hermanos, Mónica y Jaime, llevan actualmente el Taller Mexicano de Gobelinos y la galería Arena México Arte Contemporáneo.