La política migratoria de México obliga a nacionales y extranjeros que cruzan el país con rumbo a Estados Unidos a transitar por nuevas rutas, lo que los enfrenta a más riesgos, entre ellos tener que utilizar cruces controlados por la delincuencia organizada, advirtió el quinto visitador de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Édgar Corzo Sosa.

En el seminario de análisis Migración, derechos humanos y seguridad, realizado en el Senado, el investigador resaltó que tal situación coloca a los migrantes en un grado de vulnerabilidad preocupante en todos sentidos. Añadió que es necesario tomar en cuenta que cuando hay un cambio del flujo migratorio hacia otras rutas, deben preverse todas las consecuencias.

Por su parte, la senadora del Partido del Trabajo Ana Gabriela Guevara, presidente de la Comisión de Asuntos Migratorios, se pronunció por establecer protocolos que permitan eliminar los riesgos derivados del Plan Frontera Sur, estrategia que ha generado diversos cuestionamientos, los cuales se centran en que el bloqueo para el acceso La Bestia ha creado nuevos focos de peligrosidad para los migrantes, quienes al buscar nuevas rutas, en carreteras y atajos han sufrido el aumento de secuestros y desapariciones.

Guevara agregó que aunque las corporaciones policiacas estatales y municipales deben proteger a los migrantes de la delincuencia, es necesario trabajar en la elaboración de protocolos para dar pleno respeto pleno a sus derechos humanos.

Expresó además que la legislación debe ser modificada para eliminar las lagunas que impiden garantizar los derechos de los migrantes y atender problemas en lo particular, como el surgimiento de asentamientos irregulares de inmigrantes.

Por su parte, el secretario de Seguridad Pública de Veracruz, Arturo Bermúdez Zurita, recordó que el Plan Frontera Sur establece que el Instituto Nacional de Migración (INM) es la única autoridad facultada para la detención de migrantes, por lo que las policías estatales y municipales deben protegerlos y evitar que caigan en manos del crimen organizado.

Con ese fin, detalló, se han establecido bases operativas mixtas en puntos de migración, denominadas medias aguas, donde se les brinda auxilio a centro y sudamericanos.