México está pasando por un vendaval autoritario generado por un gobierno que no tiene soluciones efectivas para los problemas que vive el país, y cuya respuesta ante las críticas y los reclamos de la gente es limitar los espacios de libertad de expresión y de organización social, afirmó la periodista Carmen Aristegui.

Durante la conferencia El asedio al periodismo independiente, organizada por El Colegio de México (Colmex), la conductora señaló que su reciente despido de MVS Radio –supuestamente por haber incorporado a su equipo de trabajo a la plataforma MéxicoLeaks, sin avisar antes a la empresa– es sólo un caso de varios que ilustran la sacudida dinosáurica de la actual administración.

Ante un auditorio que la recibió con aplausos y muestras de apoyo, Aristegui enfatizó en primer lugar que los casos de Tlatlaya, Ayotzinapa y los múltiples abusos contra los migrantes indocumentados son fenómenos que demuestran la falta de capacidad del Estado para investigar supuestos casos de corrupción y conflicto de intereses.

Ayotzinapa hoy es el gran pendiente del Estado mexicano, nos desgarra por tratarse de los más pobres y nos queda la sensación de que no lo van a resolver nunca, de que todo va a quedar en un callejón sin salida. La disertación de la Procuraduría General de la República no se puede tomar como la verdad histórica, porque tiene insuficiencias y manipulaciones graves, subrayó.

Tras mencionar el asunto de la llamada casa blanca de la esposa del presidente Enrique Peña Nieto, además de los inmuebles de otros altos funcionarios, como el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, y de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, Aristegui cuestionó la reacción de la ciudadanía ante hechos de este tipo.

¿Dónde está la sociedad mexicana?, ¿cuál es su fuerza o su debilidad frente a todos estos acontecimientos que nos ofenden y nos indignan? Nos falta preguntarnos sobre nuestra capacidad de organización o de plano reconocer que ya nos dimos por vencidos y estamos observando sin participar para modificar la realidad nacional, dijo.

Con respecto al tema de su despido, la periodista celebró que el juez federal Fernando Silva haya aceptado un recurso de amparo para rechazar la terminación de su contrato de forma unilateral por parte de MVS.

Más que el regreso al aire, es la obligación moral y profesional de que un golpe autoritario con estas características no se consume. Es una piedra a la luna y pienso que al menos ya rozamos una nube. El hecho de que un juez haya admitido el recurso de amparo es importantísimo. Casi diría que aun si perdemos, ya ganamos, consideró.

Sin embargo, una lucha así nunca la vamos a ganar en solitario, recalcó la conductora, quien se dijo entusiasmada y optimista por la participación de la gente en el amparo colectivo, donde reclaman que los concesionarios del espacio radioeléctrico de la nación no pueden sacar del aire una emisión periodística sólo por tener un carácter crítico.

En esa misma línea, festejó que el juez llame a ambas partes a dialogar en las instalaciones de MVS para llegar a un acuerdo, pues de esa forma podría evitar un juicio tan largo como la vida que la distraiga de su labor informativa.

Asimismo, dijo que aunque podría haber otros espacios donde desarrolle su trabajo periodístico, en estos momentos la prioridad es evitar que se consume este golpe autoritario.

Por su parte, el historiador Lorenzo Meyer aseveró que el trabajo de Aristegui es valioso porque documenta que las instituciones del gobierno están atrofiadas o nunca funcionaron y recordó que la periodista ya ha sido blanco en anteriores ocasiones de censura, por abordar temas incómodos para las autoridades.