Indígenas purépechas esperan su libertad
Viernes 17 de abril de 2015, p. 31
Morelia, Mich.
El juzgado tercero con sede en la cabecera municipal de Uruapan impuso a Nicolás Cervantes Rangel, comunero de la comunidad Caltzontzin, una fianza de un millón de pesos. En tanto, unos 300 normalistas e indígenas purépechas permanecían ayer por la tarde ante el Centro de Readaptación Social (Cereso) ubicado en Uruapan, en espera de que su compañero saliera libre.
Cervantes Rangel se halla preso por participar en la retención de más de 40 vehículos y el incendio de al menos tres de ellos durante el movimiento normalista de octubre de 2014. El juez que lleva su causa reclasificó los delitos que se le atribuyen, para que el inculpado pudiera obtener el beneficio de la libertad bajo caución.
El comunero de Caltzontzin enfrentará el proceso penal en libertad si paga una fianza de un millón de pesos, que se espera sea pagada por la comunidad purépecha, normalistas y maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación.
La mañana de este jueves, más de 600 normalistas y comuneros de Caltzontzin bloquearon los accesos a los edificios del Poder Judicial de la Federación en Uruapan y el ayuntamiento de esa ciudad, para exigir la liberación de Nicolás Cervantes, y cerraron varias vialidades de la ciudad.
De su lado, normalistas de Cherán apoyaron la protesta al retener autobuses en la carretera Uruapan-Carapan. Advirtieron que utilizarían esas unidades para llevar gente a Uruapan y reforzar las movilizaciones.
El miércoles, los manifestantes bloquearon calles en Morelia, Tingambato y Uruapan con el mismo propósito, además exigieron la cancelación de órdenes de aprehensión en contra de 40 normalistas y 16 comuneros.