Fall River, Massachusetts.

Aaron Hernández, otrora estrella de los Patriotas de Nueva Inglaterra y considerado en su momento uno de los mejores en su posición dentro de la NFL, pasará el resto de su vida tras las rejas después de ser hallado culpable de asesinato premeditado.

Un jurado determinó ayer que el 17 de junio de 2013 Hernández, de 25 años, mató a tiros a Odin Lloyd, un jardinero y jugador de futbol americano semiprofesional que salía con la hermana de la prometida del ex astro.

Al ex ala cerrada se le dictó cadena perpetua sin derecho a libertad condicional. Hernández miró a su derecha, apretó los labios y se sentó cuando escuchó el veredicto del jurado, que deliberó durante siete días.

La madre de Hernández, Terri, y su prometida, Shayanna Jenkins, estallaron en llanto cuando escucharon el fallo. Hernández les dijo: sean fuertes.

El ex jugador también fue hallado culpable de posesión ilegal de armas de fuego y municiones.

El jurado determinó que él era un hombre cualquiera que cometió un brutal asesinato. El hecho de que fuera un atleta profesional no tuvo nada que ver, dijo el fiscal Thomas Quinn.

Por motivos que nunca se aclararon, Lloyd fue asesinado de seis balazos en una zona industrial cerca de la casa de Hernández, en North Attleborough.

La fiscalía teorizó que Lloyd quizá fue muerto porque sabía demasiado sobre la supuesta participación de Hernández en un tiroteo en Boston en 2012, que resultó en dos muertes.

Perdono a los que tuvieron que ver con el asesinato de mi hijo dijo la madre de Lloyd, Ursula Ward.