Miércoles 15 de abril de 2015, p. a15
La mañana del pasado domingo, Josué Medina se despertó con una idea que no podía sacar de su cabeza. Estaba en Perú disfrutando de una competencia juvenil de pesas –tiene 17 años de edad– y se decidió a dar todo para obtener el mejor resultado.
Por la tarde acudió a la competencia de los 94 kilogramos mentalizado en ganar una medalla, pero sabía que tendría de rivales a dos viejos conocidos que podrían complicar sus planes.
El yucateco levantó primero 145 kilogramos y en el segundo intento logró 150. Falló en la siguiente oportunidad (155), pero ya había afianzado la dorada.
La misma estrategia puso en práctica hacerlo en envión: levantar 180 kilogramos y después 188, pero ya no pudo con los 190. Tampoco le importó mucho porque había asegurado el segundo oro y el tercero también por el acumulado de 338 kilogramos.
Estaba feliz porque se había erigido como el primer mexicano en ungirse la corona de campeón del mundo juvenil.
El competidor de 1.70 metros de estatura y 108 kilogramos de peso en promedio, apunta que jamás piensa en lo que puedan hacer los rivales ni aunque sea una competencia como la del pasado domingo, en la que estuvieron el ruso Gabuaev Murat, quien se quedó con la plata y el egipcio Mohamed Elgary (bronce).