Lunes 13 de abril de 2015, p. 27
Francfort.
Los inversionistas adoptarán la próxima semana una actitud de cautela ante las recientes estimaciones sobre la salud de la economía de Estados Unidos, a pesar de que la atribulada Europa muestra las primeras señales de mejoría.
Los ministros de finanzas y banqueros centrales del Grupo de las 20 principales economías del mundo (G-20) se congregarán en los próximos días en Washington, en el contexto de encuentros del Fondo Monetario Internacional, donde seguramente analizarán lo que consideran un débil panorama global, en el que incluso las perspectivas para Estados Unidos parecen deslucidas. No obstante, existen motivos para tener esperanza en el bloque de la moneda única, pese a que todavía muestra bajo crecimiento y alto desempleo.
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, podrá declarar el éxito anticipado de su incipiente programa de alivio cuantitativo, ya que las cifras que se conocerán el viernes confirmarían que la caída de precios en la zona comienza a estabilizarse. Estamos viendo lo opuesto que en 2014
, dijo Carsten Brzeski, economista de ING Bank. Ahora existen más dudas sobre Estados Unidos y China que sobre la zona euro
, agregó.