no de los espacios más bellos de la ciudad es el que ocupa la biblioteca Miguel Lerdo de Tejada, que se encuentra en la calle de República de El Salvador 49. En 1657 se fundó en la Nueva España la Congregación de San Felipe Neri. Construyeron un templo que padeció daños y se sustituyó en el siglo XVIII por una joya barroca, que diseñó el gran arquitecto Ildefonso Iniestra Bejarano. Esta construcción quedó inacabada, ya que coincidió con la expulsión de los jesuitas, lo que permitió a los felipenses instalarse en el convento de la Profesa.
Al poco tiempo de abandonada la edificación, fue ocupada por el Teatro Arbeu, que cubrió la bella fachada. Al cerrarse éste, quedó en la incuria hasta 1970, cuando el gobierno la rescató, despejó el soberbio frontispicio y restauró el interior. Se decidió instalar la biblioteca de la Secretaría de Hacienda, que se había fundado en 1928 y que por años ocupó un espacio en Palacio Nacional.
Actualmente el recinto posee más de 300 mil volúmenes en ciencias sociales, humanidades y publicaciones periódicas. Sobresalen sus colecciones bibliográficas de economía e historia, y la riqueza de su hemeroteca. Estas maravillas se consultan en lo que fue la nave principal del fastuoso templo, que está totalmente cubierta de coloridos murales, pintados entre 1974 y 1982 por el artista de origen ruso Vlady Kibalich.
Merecidamente, la biblioteca que depende de la Secretaría de Hacienda lleva el nombre de Miguel Lerdo de Tejada, promotor de las Leyes de Reforma. A lo largo de su vida desempeñó importantes cargos públicos: fue presidente del ayuntamiento de la ciudad de México, ministro de Hacienda con Ignacio Comonfort y Benito Juárez; promulgó la Ley Lerdo, por la cual la iglesia Católica fue despojada de sus múltiples inmuebles.
En este lugar se presenta una exposición que recuerda a otro hombre notable: Manuel Gamio. Recientemente hablamos de otra muestra que se le dedicó por el centenario del descubrimiento del Templo Mayor. En esta ocasión se pueden apreciar más de un centenar de libros, revistas, folletos, fotografías y periódicos, que dan cuenta de la Presencia y permanencia de Manuel Gamio en el acervo de la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada
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La muestra es el fruto del trabajo prolijo de los investigadores de la propia biblioteca, coordinados por Consuelo Tuñón y la curaduría de Ángel González. La extraordinaria labor que realizaron sacó a la luz hallazgos sorprendentes, que seguramente serán objeto de investigaciones detalladas de especialistas de los diversos temas que trabajó Gamio.
Es muy interesante ver documentos, fotografías, folletos, cartas, libros y objetos personales, que le dan vida al hombre y a la obra, muy bien expuestos en el hermoso recinto, pleno de historia y arte. En el bien editado catálogo, el arquitecto José Ramón San Cristóbal, director general de Promoción Cultural y Acervo Patrimonial, explica que la exposición busca, por un lado, reconocer al Padre de la Antropología en México, quien realizó un sinnúmero de aportaciones en las ciencias sociales; y, por otra parte, ser una invitación a explorar y conocer el patrimonio bibliohemerográfico que custodia la biblioteca de la Secretaría de Hacienda.
Detalla que en la trayectoria intelectual de Gamio se puede reconocer el trabajo fecundo que realizó en cuatro áreas: arqueología, antropología, indigenismo e inmigración, los cuales componen los ejes temáticos de la muestra.
La exhibición se complementa con un ciclo de conferencias que abordarán diferentes aspectos de la vida y obra de Gamio. El próximo día 16, a las 13 horas inicia Miguel León-Portilla; el 23, quien esto escribe; el 30, Eduardo Matos, y el 7 de mayo, Rosa Casanova.
A la vuelta, en Isabel la Católica 83, tercer piso, se encuentra Coox Hanal, que ofrece los mejores antojitos yucatecos. Entre mis favoritos están la sopa de lima, los panuchos de pibil y los salbutes. De bebida, el agua de guanabana o una cerveza Montejo. Hay trova en vivo.
