os residentes de California no podrán utilizar los aspersores y los restaurantes no darán agua a sus clientes a menos que se lo soliciten, de acuerdo con nuevas medidas aprobadas para encarar la sequía.

La Junta Estatal de Control de Recursos Hidráulicos amplió las restricciones para el uso del agua, luego de que California entrara en su cuarto año de sequía al final del invierno boreal sin grandes tormentas o nevadas que reabastecieran los decrecientes recursos.

Los efectos de la sequía se han sentido a lo largo y ancho del estado. Hasta ahora este invierno, los incendios forestales han arrasado con casi cuatro veces más hectáreas de lo normal. La agencia estatal de bomberos reportó que las condiciones secas obligan a mantener su nivel más elevado de bomberos de temporada durante todo el invierno.

La junta estatal de aguas busca métodos para recortar el uso urbano de agua. Votó para extender a todo el estado los límites impuestos en julio, que prohíben lavar las banquetas, el uso de las fuentes decorativas sin bombas de recirculación y los aspersores que mojan el pavimento.

Las reglas requieren que los departamentos locales restrinjan el número de días en que los pobladores pueden regar sus jardines. Si no lo hacen, los residentes deben apegarse a una regla estatal que limita el uso de aspersores a dos veces por semana.

Las regulaciones ordenan que los restaurantes no pueden dar agua a menos que la solicite un cliente, y hoteles y moteles deben ofrecer a los huéspedes la oportunidad de declinar por toallas y sábanas limpias.

Se espera que estas reglas entren en efecto a finales de mes. Pueden multar a los infractores con 500 dólares.

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