Naucalpan, Méx.

Al menos 200 enfermos terminales han firmado actas de voluntad asistida, para interrumpir tratamientos que alarguen artificialmente sus vidas, y acceder a una muerte digna con el apoyo del sector salud, informó Miguel Ángel Ordóñez Rayón, coordinador de Voluntad Asistida del estado de México y programas especiales, de la Secretaría de Salud.

Ordóñez Rayón planteó que, “si una persona está enferma de gravedad y no quiere recibir tratamientos que le afecten al final de sus días, tiene el derecho de suscribirse a un acta de voluntad. Y dice: ‘yo no quiero recibir ya más tratamientos que alarguen artificialmente mi vida’; entonces esa persona recibe atención para que tenga una muerte digna”.

La voluntad anticipada es el derecho que tienen las personas que viven con una enfermedad en situación terminal, es su derecho a decidir cómo quieren pasar sus últimos días de vida, planteó Ordóñez Rayón en entrevista.

La aplican 17 estados

Dijo que en el país 17 de 31 estados cuentan con el Programa de Voluntad Anticipada y áreas específicas de atención del sector salud destinados a la atención de pacientes terminales.

Recordó que en 2013, con la aprobación de la Ley de Voluntad Anticipada de la entidad mexiquense, se creó el área de atención especializada en enfermos terminales en la Secretaría de Salud estatal.

El programa cuenta con el apoyo de la Secretaría de Salud y el Instituto de Salud del estado de México, que proporcionan a los pacientes medios y atención adecuada con base a la decisión tomada.

Con el programa, el paciente tiene derecho a decidir la donación de órganos, entre otras cosas, pero lo fundamental es ayudar al paciente a tratar el dolor, el estado de ánimo y que el final de sus días sean acorde con su decisión.

Esta decisión personal implica la firma de actas y escrituras que expiden los hospitales y centros de salud del estado de México. Todos estos documentos son redactados ante notario público sin costo alguno.

La Ley de Voluntad Anticipada es exclusiva para pacientes que tienen enfermedades crónico-degenerativas en situación terminal, como cáncer y diabetes, entre otros padecimientos que no tienen mejora.