Guadalajara, 9 de abril.

Unos 2 mil aficionados acudieron ayer al estadio Omnilife, donde entrenó Chivas, y era tanto su deseo de conseguir un autógrafo de sus ídolos por el buen paso que llevan, que invadieron la cancha.

Este fin de semana, en caso de vencer al León, Guadalajara dejaría el problema del descenso en manos de Puebla y Leones Negros.

El mediocampista Isaac Brizuela confesó que han sufrido la disputa por evitar dejar el primer circuito: A lo mejor se ve fácil por lo que hemos hecho; cada vez mostramos un nivel mejor en cada partido, los hemos manejado con buen futbol, pero lo sufrimos día con día.

El Conejito manifestó la importancia de ganar este domingo: Es vital sacar estos tres puntos, aunque si vencemos y aseguramos la permanencia, sabemos que en el próximo torneo seguimos estando metidos en el descenso.

De su lado, el defensa Carlos Salcedo señaló que lo más importante que le ha pasado en su corta carrera es llegar a Chivas, porque su trabajo se refleja ahora en su primer llamado a la selección nacional.

Por otro lado, la presión por estar cerca de quedarse fuera de la liguilla en Santos ocasionó que hoy se presentara un altercado entre los jugadores, que casi termina en golpes.

Durante el entrenamiento, después de una fuerte jugada, Carlos Izquierdoz, Néstor Araujo y Sergio Ceballos se reclamaron entre sí, lo que llevó a los empujones y casi a los golpes. El técnico Pedro Caixinha los llevó a charlar a los vestidores, quien afirmó que no habrá represalias para los rijosos.