El trabajo doméstico en el país podría ser una nueva forma de esclavitud, coincidieron en señalar Ana Güezmes García, representante de ONU Mujeres en México, y Ricardo Bucio Mújica, presidente del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).

En la presentación del estudio Percepciones sobre el trabajo doméstico: una visión desde las trabajadoras y las empleadoras, en el Museo Memoria y Tolerancia, Güezmes consideró que el documento evidencia nudos estructurales de discriminación, exclusión y violencia que viven las trabajadoras del hogar, lo que muestra la urgencia de acelerar las soluciones en materia de políticas públicas, legislación y un diálogo ciudadano para dignificar esta labor, que realizan en su mayoría mujeres y niñas.

Güezmes condenó el trabajo doméstico infantil y dijo que hay más de cien mil niñas en esta condición en México.

“Lo más terrible es que el empleo doméstico de las niñas se justifica y tolera socialmente. Lo realizan en condiciones de alta explotación no reguladas a cambio de remuneraciones no monetarias, como ir a la escuela, alimentarse o tener ropa.

Hay una reproducción de la pobreza en el caso de las niñas, de, por llamarle por un nombre, una esclavitud moderna de esas condiciones, que además se perpetuan como una ayuda, como un beneficio, cuando ellas trabajan en hogares de familiares, agregó.

Al terminar de dar los resulados del estudio, Bucio comentó que “parte de los datos que vemos aquí nos dan cuenta de que el clasismo, machismo, sexismo, racismo y falta de apoyo a la legalidad a un estado de derecho y la normalización de la desigualdad son aprendidas y reproducidas en casa.

La presidenta Dilma Rousseff, cuando se hizo la modificación legal constitucional para dar derechos laborales a las trabajadoras del hogar, expresó que era una segunda abolición de la esclavitud en Brasil, que eso significaba para las 8 millones de mujeres trabajadoras el hogar, recordó

Marcelina Bautista Bautista, presidenta de la Confederación Latinoamericana de Trabajadoras del Hogar (Conlatraho), exhortó a la ratificación del convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo, con el cual, dijo, se garantizarán plenamente los derechos humanos y laborales de las trabajadoras del hogar, equiparando sus jornadas, horarios, protección social y remuneración al resto de las condiciones de empleo en el país.