Lunes 6 de abril de 2015, p. 33
Al concluir la Semana Santa, los problemas de tránsito volvieron ante la llegada o salida de vacacionistas de la ciudad de México.
Después de tres días de calma, el ir y venir de la gente provocó largas filas de automóviles hasta de dos kilómetros en la entrada de la carretera Cuernavaca-México, así como en las de Pachuca y Querétaro hacia el Distrito Federal.
El cambio de horario afectó a los paseantes, algunos de los cuales perdieron la corrida de su autobús o su avión para llegar a su lugar de origen, pues olvidaron adelantar sus relojes.
Otros aprovecharon las últimas horas del periodo vacacional para pasear en bicicleta, patineta o patines en Paseo de la Reforma o mojarse en las fuentes instaladas en las plazas de la República o Tlaxcoaque.
Los centros comerciales y las salas de cine se convirtieron en otro atractivo para quienes no salieron de la ciudad y aprovecharon tres días tranquilos, donde en el Metro y el Metrobús alcanzabas lugar e ibas rápido
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Sin embargo, comentaron algunos entrevistados, este sueño ya terminó, empezó el tránsito intenso, el sonido de los cláxones y la prisa de la gente, aunque los estudiantes regresan hasta la próxima semana, pero la mayoría sólo teníamos estos días para descansar, y lo hicimos
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