Los instrumentos estuvieron perdidos en una cocina del Vaticano
Jueves 2 de abril de 2015, p. 7
El nombre Stradivarius va a unido a una obra maestra de la laudería de antiguos y costosos instrumentos de cuerdas. De manera extraordinaria, hoy hace referencia a un par de timbales subastados por la casa Cloiduff, en Nueva York, que estuvieron perdidos en una cocina del Vaticano.
Curadores de museos, comerciantes de instrumentos y algunos de los músicos más reconocidos en el mundo estarán sosteniendo paletas
, reportó sobre la inusitada venta la organización estadunidense Radio Pública Nacional (NPR, por sus siglas en inglés).
La reunión, informó, anticipa una transacción de ocho cifras por el par de timbales Stradivarius que han sido restaurados.
Los voluminosos instrumentos de percusión, hechos por Antonio Stradivari, se perdieron casi un siglo después de su construcción y fueron descubiertos a finales del año pasado en el Vaticano.
Los dos cuencos de cobre se mantuvieron arrumbados durante décadas, detrás de máquinas para hacer pastas y canollis. Tal vez fueron usados, no para hacer música, sino sopas para el papa Honorio V, a principios del siglo XIX.
Un descubrimiento asombroso
, expresó David Sheppard, principal timbalista de la Filarmónica Metropolitana, quien supervisó la restauración de los timbales. Una vez que pudimos remover los restos de pasta y parmesano, todo lo que tuvimos que hacer fue restirar el cuero de becerro del parche (la parte superior del tambor)
, según relata NPR.
A partir de la aparición de esos instrumentos los misterios dejan perplejos a los musicólogos, quienes se preguntan, ¿por qué Stradivarius haría timbales? ¿Hizo más? ¿Por qué cayeron en desuso? Las respuestas aún siguen pendientes.
¿Los timbales Stradivarius suenan como sus violines? ¿Valen 10 o 20 millones de dólares, quizá hasta 30 millones o más, que alcanzarían en la subasta?