Con el título perdió todo: Ignacio Beristáin
Martes 31 de marzo de 2015, p. a15
Jhonny González lo perdió todo en Las Vegas. Lo perdió y de forma sorpresiva con un nocaut técnico del estadunidense Gary Russell júnior, que le arrebató el campeonato pluma del Consejo Mundial de Boxeo. El mánager del mexicano, Ignacio Beristáin, no es piadoso a la hora de interpretar esa derrota.
Perdió todo
, dice parco. Porque cuando pierdes un título hay que empezar de cero y volver a picar piedra para tener una nueva oportunidad
.
Cuando se pierde un campeonato –cuenta el mánager– también se esfuman posibles contratos, la expectativa de mejores sueldos; en fin, una derrota así arrastra cualquier idea de porvenir.
Los peleadores zurdos son un rompecabezas para los peleadores diestros, que sufren para encontrar la distancia, el ángulo adecuado. Pero a Jhonny González especialmente se le suelen complicar. Algunas de sus derrotas más dolorosas fueron ante rivales de guardia izquierda.
El del sábado, Gary Russell, es un zurdo velocísimo, pero Jhonny se había prevenido con un intenso trabajo de gimnasio. Al vertiginoso golpeo del estadunidense, el mexicano le respondería con su poder en la pegada.
Pero ese sábado algo estuvo mal con Jhonny. Parecía distraído –recuerda Beristáin–, no antes de subir al cuadrilátero, sino precisamente cuando empezó el combate. Jhonny no era el de siempre. No estaba metido en la pelea, como si algo le estorbara y le impidiera concentrarse en la estrategia para contrarrestar la velocidad de puños de Russell.
Tal vez el lío legal con Golden Boy –piensa Beristáin– fue lo que tenía extraviado a Jhonny. Una demanda en su contra que hizo la empresa que dirige el ex boxeador Óscar de la Hoya, quien lo acusa de incumplimiento de contrato.
A veces los problemas ajenos al cuadrilátero afectan demasiado a los peleadores
, explica Beristáin. A Jhonny lo hacen más vulnerable, como cualquier ser humano; aunque hay quienes saben manejar mejor esas presiones
.
Lo que tiene claro Beristáin es que algo le impidió a Jhonny meterse a la pelea, algo que lo mostró contenido, como si se guardara los golpes para otra ocasión. Russell derribó tres veces a González en los cuatro asaltos que duró el combate. Pero desde el primer upper cut que lo mandó a la lona quedó herido. Jhonny salió al cuarto episodio prácticamente noqueado.
Y en ese último gancho –explica Beristáin– se le fue todo al mexicano. El equilibrio, la confianza y el título.
Será más difícil encontrar rivales importantes
, ataja Beristáin. Si antes no querían pelear con Jhonny, ahora que perdió el título menos, porque tener un campeonato hace toda la diferencia para un boxeador
.