a pausa por fecha FIFA da un respiro a los atribulados directores técnicos, eternas víctimas del resultadismo que impera en el futbol mundial, pero la tenaza que estrangula es más activa y cruenta en la liga mexicana con sus cuatro minitorneos, dos regulares y dos liguillas, que implican graves obstáculos, a veces insalvables.

Eric Slack, alto directivo en clubes de la MLS, señala: El éxito de los equipos profesionales de todo el mundo recae en la capacidad de los directores técnicos para desarrollar el talento de los jóvenes y para construir el tipo de equipo por el que los aficionados pagan por ver. Es decir, ni siquiera es necesario que marchen colistas, basta que no ofrezcan lo que el público espera mirar.

Ocurre con el América de Gustavo Matosas, pues, a pesar de mantenerse en zona de clasificación, bastó un par de tropiezos humillantes para que su cielo se nuble. Matosas dejó de ser el estratega accesible del León; la presión del equipo más mediático lo asfixia, la palabra Ferrari lo pone de mal humor. El listón está muy alto; la única opción es el bicampeonato.

Luis Fernando Tena, con el Cruz Azul bien posicionado, no deja de escuchar el clamor de ¡Fuera Tena, fuera Tena! porque el accionar no complace. Cuatro turnos al bat celeste del Flaco –con todo y su oro olímpico al cuello– no garantizan nada, y en cambio evidencian la desesperación de Billy Álvarez tras 17 años sin título de liga.

Pedro Caixinha, de Santos Laguna, dejó de lado las formas y embistió a los árbitros a los que descalificó; quizá tenga mucha razón en sus críticas hacia los jueces, pero si su equipo marchara entre los punteros no hablaría así. Si hubiera dicho que extrañaba a Darwin Quintero la respuesta hubiera sido un silencio comprensivo.

Pepe Cardozo no da el estirón. Sus berrinches no son graciosos: cansan. La etiqueta de jugador histórico del Toluca nadie se la quita, pero como técnico cayó en el vicio de Hugo Sánchez y Cabinho, quienes ante la falta de convencimiento y de argumentos, mandaban a sus pupilos a estudiar los videos de la época en que brillaron en la cancha.

El Travieso Guzmán fue de los que no sabían tomar una sana distancia con sus jugadores; parrandeaba con ellos cuando dirigía a los Guerreros, pero volvió reformado, más maduro tras un año de ausencia, y tiene a los Xolos a un paso de la liguilla, al igual que otro de turbulento pasado, Carlos Reinoso, quien goza a tope de su quinto aire con el Veracruz.

El Chepo de la Torre aún no canta victoria; sin embargo, parece más relajado al ver progresos en sus Chivas, mientras Luis Alfonso Sosa, siempre serio, vive en una olla de presión con la UdeG, al igual que el Profe Cruz con el Puebla. El respiro llegó para Memo Vázquez, una pequeña pausa porque el público auriazul exige más.

La Liga Mx ya cobró algunas víctimas como Carlos Barra, del Monterrey; será, pues, Antonio Mohamed, el actual técnico campeón, quien tendrá la fortuna de estrenar estadio. Otros estrategas caídos: Alfredo Tena, porque en Morelia no le dieron tiempo de desempolvar sus apuntes traídos de Europa, e Ignacio Ambriz, quien no pudo manejar a sus afamados jugadores.

Los técnicos no tienen un vergonzoso draft, pero casi. Las televisoras fungen de vitrinas, los programas deportivos los exhiben disfrazados de comentaristas, aparecen a cuadro con un invisible letrero en el pecho de disponible. Víctor Manuel Vucetich, quien ya puso en orden al propio Ronaldinho, no se salvó de esa especie de pasarela.

El papel de comentarista apuntaba para ser transitorio, pero algunos encuentran ahí su verdadera vocación, como Rafael Puente o Daniel Ruso Brailovsky. Otros están en el limbo, en la esquina del olvido, como Rubén Omar Romano, Enrique Ojitos Meza y Ricardo La Volpe, quien aún no sale de líos legales... ninguno tan desafortunado como Javier Aguirre, pues vive un verdadero viacrucis.

Andrés Guardado, el bienamado del PSV Eindhoven, llegó motivado al Tri y tuvo buen desempeño pese al insulso partido frente a Ecuador, donde la defensa resultó el punto flaco, pero el equipo de Miguel Herrera tuvo la suerte de que Jesús Corona viviera una tarde inspirada y de que Javier Chicharito Hernández diera un chispazo de su gran calidad.

El Piojo Herrera, como todos los directores técnicos, se muere con la suya. Está encaprichado con el defensa Diego Reyes; sordo y ciego, rechaza cuestionamientos en torno a un defensa que casi no juega. Lo mismo ocurre con el portero Guillermo Ochoa, otro de sus consentidos, casualmente ambos ex jugadores del América.

La fecha 12 del torneo Clausura 2015 incluye interesantes partidos: el clásico joven América-Cruz Azul, los regionales Atlas-Chivas y León-Querétaro, y en la Liga de Ascenso un partido para la nostalgia: Necaxa contra Atlante.

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