La casa que Juan O’Gorman construyó en 1929, con sólo 24 años, es la primera casa moderna, no sólo en México, sino en el continente americano. Ofrece una ruptura con la arquitectura que la precede tanto formal y estética, como técnicamente. Es una suerte enorme que se haya salvado en los 86 años que han pasado desde su construcción, señaló el arquitecto Bernardo Gómez-Pimienta durante la presentación del libro Casa O’Gorman 1929, publicado por la editorial RM y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.

La presentación se realizó el jueves por la noche en en el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, localizada en Altavista, también construida por O’Gorman, un personaje de primera importancia en la cultura y la arquitectura mexicana entre la cuarta y octava década del siglo pasado; un personaje, además, insuficientemente valorado por distintas razones, entre las que se encuentran su complejo carácter personal y su ideología radical, que oscilaba entre el marxismo y el trotskismo, señaló el arquitecto Alberto González Pozo, quien no pudo asistir y envió su texto leído por la directora de Arquitectura del INBA, Dolores Martínez.

González Pozo añadió que Casa O’Gorman 1929 representa el paso que han dado para revalidar y rescatar un fragmento de la cultura mexicana que no debemos perder por ningún motivo, menos en los tiempos que corren, cuando tanta falta nos hacen asideros para no olvidar las enseñanzas del pasado y recobrar la confianza en el futuro.

La especialista Natalia de la Rosa, curadora del Museo de Arte Moderno, realizó una comparación entre el trabajo de O’Gorman y Guillermo Zárraga, quien fue su maestro, mientras Víctor Jiménez, responsable de la restauración de la casa y autor de uno de los ensayos del libro, recordó el efecto que tuvo el inmueble y su compañero, el hoy Museo Casa Estudio de Diego Rivera y Frida Kahlo, en el arquitecto Japonés, Toyo Ito, premio Pritzker, quien también escribió uno de los tres ensayos que conforman Casa O’Gorman 1929.

Los textos, que ofrecen distintos aspectos de la vida y obra de Juan O’Gorman, quien además de arquitecto es uno de los representantes de la pintura mexicana, son: La primera casa funcionalista levantada en México por Juan O’Gorman, de Xavier Guzmán Urriola; La casa de Juan O’Gorman de 1929, escrito por Víctor Jiménez, y El prodigio de la vanguardia y la pureza: las casas de Diego Rivera y Frida Kahlo y la del arquitecto Juan O’Gorman, de Toyo Ito.

El libro, presentado en edición bilingüe, incluye además los planos del inmueble y fotografías de distintos periodos.