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Se oponen vecinos a ductos de gas; empeorarán la situación, dicen

Construcción de L-12 dejó colapsados desagües y calles en la Benito Juárez
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Habitantes de la Miravalle impidieron a trabajadores de Gas Natural Fenosa la apertura de hoyos en el pavimento de la colonia, que se encuentra muy deteriorado desde la edificación de la línea 12 del MetroFoto Rocío González
 
Periódico La Jornada
Domingo 22 de marzo de 2015, p. 30

Habitantes de las colonias Ermita y Miravalle, en la delegación Benito Juárez, viven aún con los estragos que dejó la construcción de la línea 12 del Metro.

Las vialidades de la zona están llenas de parches de asfalto, debido a los socavones ocasionados por el paso de la maquinaria pesada, lo que también provocó el colapso del drenaje, al grado de que en época de lluvias los vecinos padecen inundaciones de aguas negras.

Con este escenario, los residentes se unieron para impedir la introducción de una red de tuberías de la empresa Gas Natural Fenosa, que a su juicio terminará por colapsar la zona, ya que la infraestructura tiene más de 70 años de antigüedad, sin que se haya renovado o dado mantenimiento.

En Ermita, en calles como Fernando Anaya Monroy o Juan Palacios se forman de forma recurrente oquedades, las cuales son rellenadas con arena y chapopote, pero vuelven a hundirse con el paso del tiempo; la inestabilidad del suelo es generalizada en toda la colonia.

Además de grietas y hundimientos en algunas casas, también se han reportado daños en la red de agua potable. Una mañana amanecimos con el tinaco vacío, lo llenamos y al otro día igual. Optamos por poner una tubería alterna porque nunca se encontró donde era la fuga y enfrente se abrió un socavón. Lo taparon, pero nunca revisaron lo que lo ocasionó, refirió Dolores León, vecina de la calle Juan Palacios.

A unos pasos, se suscitó un caso similar, pero en magnitud mayor. Ahí se hundió un camión de basura, pero hicieron lo mismo, rellenaron y no investigaron. Quedaron que después de que se concluyeran las obras del Metro arreglarían todo. Jamás regresaron, señaló Valentina Lorea, representante vecinal.

Las calles que dan a la avenida Tlalpan se inundan de aguas negras por el taponamiento del drenaje, que quedó así desde la construcción del línea 12; en Río Churubusco, la repavimentación del Circuito Interior provocó que en cada lluvia el agua se meta a las casas aledañas.

Con esta experiencia, los vecinos de estas colonias están decididos a no dejar pasar a la empresa Gas Natural Fenosa, que apenas inició los trabajos y ya comenzó a generar daños. Además de no ceñirse a la normatividad para introducir los ductos, ya ha roto tres veces la red hidráulica, refirió Carolina Cameras, habitante de la zona.