Crecimiento a la baja
Se complica
el año
Barril a 44.46 dólares
ientras en Acapulco todo fue miel sobre hojuelas, y los banqueros y sus gerentes no escatimaron autoalabanzas, en el México real las cosas son amargas, y prueba de ello es que las estimaciones en torno al crecimiento económico del país en 2015 se acercan cada vez más a 2.5 por ciento –el rango mínimo establecido por el Banco de México–, con lo que la meta oficial se incumpliría por tercer año consecutivo.
En este tenor, el Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN), del Tecnológico de Monterrey, campus estado de México, advierte que el inicio de 2015 ha sido complicado
para la economía mexicana, pues además de la volatilidad
del tipo de cambio, el desplome de los precios petroleros y un eventual incremento en las tasas de interés, también habrá que considerar resultados poco alentadores en materia de actividad industrial.
Dicha actividad tiene un peso importante en la economía mexicana, pues representa alrededor de 35 por ciento del producto interno bruto, siendo las manufacturas su componente más significativo, ya que su participación en el sector es cercana a 48 por ciento. De esta forma, ante una cifra desalentadora en el componente manufacturero, resulta poco probable esperar que la actividad industrial exhiba un desempeño positivo importante
.
En enero pasado, detalla el CIEN, la tasa de crecimiento de la producción industrial fue de 0.3 por ciento medido con cifras originales en términos anuales, luego de que en el mismo mes de 2014 el incremento fue de 1.1. A pesar de que la construcción exhibió un crecimiento de 4.2 por ciento, esto no fue suficiente para compensar la caída (5.9) en la minería como consecuencia de una menor producción petrolera, así como por un desempeño menor de las manufacturas, donde 10 de los 21 subsectores que las comprenden mostraron resultados inferiores a los obtenidos durante el año pasado.
En esa misma sintonía, al revisar las cifras desestacionalizadas, la actividad industrial disminuyó 0.4 por ciento respecto de diciembre pasado, con lo cual acumula dos meses consecutivos a la baja, debido a que sólo la generación de energía eléctrica (0.4 por ciento) se ubicó en terreno positivo, en contraste con las reducciones manifestadas en la construcción (-1.5), la minería (0.5) y las manufacturas (0.1).
El ciclo de la actividad industrial mexicana durante en enero exhibió un comportamiento negativo. El grado de correlación entre dicha variable y las manufacturas en Estados Unidos significa que el desempeño de los dos componentes es muy similar y van prácticamente en la misma dirección. Dado que las manufacturas estadunidenses mostraron un ciclo a la baja en febrero, es altamente probable que el mismo comportamiento se presente para su contraparte mexicana, situación que implicaría un menor ritmo de crecimiento para las manufacturas de nuestro país.
En cuanto a las tendencias, la actividad industrial total empieza a estancarse, ya que sólo los sectores de generación de energía eléctrica y de la construcción exhiben movimientos al alza, en tanto que las manufacturas muestran señales de estancamiento y la minería presenta un comportamiento a la baja. Un escenario similar se observa en los ciclos, donde la construcción y la generación de energía eléctrica se encuentran por encima de la tendencia de largo plazo con comportamiento positivo, en tanto que la minería, las manufacturas y el total de la actividad industrial presentan un ciclo descendente por debajo del potencial. Lo anterior permite concluir que el ritmo de crecimiento de la actividad industrial de nuestro país será menor al observado en meses previos debido a un menor dinamismo en el sector de las manufacturas.
Al analizar el desempeño de la actividad industrial por sectores, se aprecia que el aumento en construcción (4.2 por ciento con cifras originales) se vio impulsado por la edificación (6.4 por ciento) y los trabajos especializados (2.3), aunque este último exhibió una variación inferior a la obtenida hace un año (6.2); en contraste, la ingeniería civil se ubicó en terreno negativo (-1.1). Por su parte, el ciclo de la construcción en general todavía exhibe un comportamiento positivo, aun cuando la edificación y las obras de ingeniería civil muestran signos de estancamiento. De esta forma, se podrían esperar resultados positivos para la construcción durante los próximos periodos, aunque su ritmo de crecimiento podría ser menos vigoroso.
Las secuelas del desplome en el precio del petróleo han comenzado a hacerse visibles en el subsector de los productos derivados de dicho hidrocarburo. En enero se presentó una caída de 13.2 por ciento, luego de que en el mismo mes de 2014 también había retrocedido 3.1. Al analizar los ciclos, se observa un comportamiento a la baja en los derivados del petróleo, lo cual implica que podrían presentar reducciones mayores en los siguientes meses.
En lo que respecta a las manufacturas, su tasa de variación fue menor a la exhibida durante 2014 (1.2 comparado con 3.3 por ciento), debido a que 10 de los 21 subsectores que las comprenden mostraron un desempeño inferior al obtenido durante el año pasado. Un ejemplo de ello se presentó en subsector de las bebidas y tabaco, que registró un incremento de 2.1 por ciento luego de obtener 2.7 en enero del año pasado. En cuanto a los ciclos, los alimentos exhiben un movimiento positivo y se encuentran prácticamente al nivel del potencial de largo plazo, a diferencia de las bebidas, cuyo comportamiento va a la baja.
Por otro lado, al analizar la estructura de las exportaciones mexicanas, se observa que alrededor de 85 por ciento del total provienen de las manufacturas. Considerando que 80 por ciento de los productos vendidos en el extranjero tienen como destino Estados Unidos, no es de extrañar que la correlación entre el ciclo de las manufacturas entre ambos países sea positiva y relativamente fuerte. Si bien la economía estadunidense ha comenzado a recuperarse, durante los últimos meses el comportamiento de su producción industrial no ha sido del todo favorable, en parte por la desaceleración que sufren sus manufacturas, situación que tiene una implicación negativa para su contraparte mexicana.
Las rebanadas del pastel
Y para cerrar una semana de zarandeo económico, la siempre generosa madre tierra puso la cereza: una buena sacudida de 5.6 grados. El dólar en ventanilla se vendió a 15.37 bilimbiques y el barril petrolero de exportación a 44.46 billetes verdes.
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