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Próxima década Volverán a elevarse los precios internacionales de alimentos Los precios agrícolas internacionales –que sufrieron una caída continua en los dos años recientes- continuarán declinando en 2015 y 2016 hasta tocar fondo y luego repuntarán gradualmente por lo menos hasta 2024, prevé el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) en su reporte Agricultural projections to 2024, publicado en febrero pasado. Asimismo, la demanda mundial de productos agrícolas se mantendrá al alza entre 2015 y 2024, y la producción crecerá más rápidamente que la población, “lo que permitirá un aumento pequeño en el consumo per cápita de la mayoría de tales productos en medio mundo” (en países en desarrollo) y fortalecerá el comercio global, sobre todo las ventas de los países exportadores tradicionales, señala el documento, cuyas proyecciones se basan en supuestos concretos sobre la situación macroeconómica, la política, el clima, la demografía y acontecimientos internacionales, aunque sin considerar posibles shocks internos o externos en los mercados agrícolas mundiales. De acuerdo con el USDA, países de ingresos bajos y medianos son los que asumirán la mayor parte del incremento previsto en el consumo agrícola mundial y en la demanda de importaciones en granos, oleaginosas, algodón y productos pecuarios en los diez años que considera el reporte. Los factores que fundamentarían este comportamiento son altas tasas relativas de crecimiento demográfico y de los ingresos en esas naciones, un gran número de consumidores de bajos ingresos con propensión a gastar nuevos ingresos en más alimentos, incremento en la urbanización y el consecuente cambio en las dietas –con diversificación y exposición a nuevos alimentos, así como el acercamiento de la población a expendios minoristas-. Y todo ello, en el marco de un crecimiento económico mundial estable. Con base en esto, dice que tras sufrir reducciones en 2015 y 2016, los ingresos en efectivo de los productores mejorarán durante el resto del periodo de proyección. Los pronósticos del USDA son aplicados a los productores estadounidenses. “Aunque los gastos de producción agrícola también se elevarán más allá de 2016, el ingreso neto de las fincas se mantendrán por encima de su promedio 2001-10”, dice. El USDA prevé que el consumo de carne continuará la tendencia alcista que ya registra a lo largo de 2015-24. El consumo de carne de pollo, que es la de precio más bajo, aumentará más rápido, en 2.2 por ciento anual; el consumo de carne de vacuno aumentará en 1.3 por ciento anual, y en cerdo el aumento promedio por año será de 1.2. Parte sustancial del aumento en consumo de todo tipo de productos corresponderá a países de África y Medio Oriente, regiones para las cuales se prevén crecimientos económicos anuales promedio de 5.2 y 4.1 por ciento, respectivamente durante 2015-24. El reporte destaca la situación de México como un país cuya economía crecería en promedio anual en 4.1 por ciento y que fortalecería sus importaciones de granos, oleaginosas y carne. Asimismo resalta el caso de China como importador de soya, de sorgo, algodón y carnes. Los países en desarrollo representan alrededor de 81 por ciento del aumento previsto en el consumo mundial de carne, el 87 por ciento del aumento de la demanda de cereales y oleaginosas, y prácticamente todo el crecimiento en el consumo de algodón. Las tasas de crecimiento anual para el consumo de carne en los países desarrollados y en desarrollo son un 0.7 por ciento y 1.9, respectivamente, durante el período de proyección. Para el trigo (y harina de trigo), dice que su comercio mundial crecerá en casi 24.5 millones de toneladas o sea 16 por ciento entre 2015/16 y 2024/25 para llegar a 180 millones de toneladas. La demanda de países africanos y del Medio Oriente fortalecerán las importaciones. Y además de los exportadores tradicionales de este grano (Estados Unidos, Australia, Unión Europea, Argentina y Canadá), figurarán en las ventas países de la ex Unión Soviética y otras naciones europeas que se están colocando en el escenario de los exportadores. En algodón, el USDA dice que su comercio global registrará un crecimiento de 4.6 por ciento anual entre los ciclos 2015/16 y 2024/25, con lo cual se recuperará del declive que sufre en 2014-15 a causa de una baja en la demanda de parte de China, situación que fue influida por políticas internas de ese país relativas a sus niveles de inventarios. En cuanto a soya y productos de soya, el USDA señala que su comercio ha mantenido un crecimiento rápido desde fines de los 90’s y ha sobrepasado el comercio global tanto de trigo como de granos duros (maíz, sorgo, cebada, centeno, avena y granos mixtos). Esta tendencia continuará debido a la creciente demanda global, en especial de China y otros países asiáticos, de aceites vegetales y harinas con proteína. Respecto de la producción agrícola mundial, el USDA considera que los bajos precios de 2015-16 desestimularán en principio la siembra (sobre todo en algunos países con tierras de cultivo marginales), y al mismo tiempo granos relativamente baratos para la alimentación pecuaria representarán un incentivo para la expansión del subsector ganadero. Pero después de 2016, con un cambio en la tendencia de los precios de los granos, hacia el aza, el USDA prevé que siga aumentando la producción con miras hacia el año 2024, al ritmo que crecen los rendimientos gracias a mejoras tecnológicas, y también por expansión de áreas de siembra. De cualquier forma, aclara, “la tasa de crecimiento promedio de las cosechas a escala mundial ha venido disminuyendo durante casi dos décadas y se prevé que siga a la baja en los próximos diez años. La reducción de la inversión pública en investigación y desarrollo durante los 25 años pudo haber contribuido a esta desaceleración. (…) Además, la escasez de agua en algunos países está impidiendo la expansión del riego”. El USDA pronostica que, a nivel mundial, la superficie total sembrada con cereales, oleaginosas y algodón crecerá a una tasa media anual de 0.5 por ciento en 2015-2024, para pasar de 934 millones a 982 millones de hectáreas. “El área se expandirá más rápidamente en los países con una reserva de tierra y políticas que permitan a los agricultores responder a los precios. Éstos incluyen a Rusia, Ucrania, Brasil, Argentina, otros de Suramérica y algunos países de África Subsahariana. Más de la mitad del crecimiento previsto de la producción mundial de cereales, oleaginosas y algodón (1.3 por ciento anual para 2024) se logrará del aumento de los rendimientos, a pesar de que el crecimiento en el rendimiento de los cultivos continuará en una tendencia de desaceleración”. Según los pronósticos del USDA, el aumento en la demanda mundial de productos agrícolas dará lugar “a una mayor producción y exportaciones de los principales países exportadores durante el periodo de proyección “. Respecto de los que han exportado tradicionalmente una gran cantidad y una amplia gama de productos agrícolas, como Argentina, Australia, Brasil, Canadá, la Unión Europea (UE) y Estados Unidos, “se espera que sigan siendo exportadores importantes durante la próxima década. Pero de los países que han hecho importantes inversiones en sus sectores agrícolas y aplican políticas destinadas a fomentar la producción, incluyendo a Rusia, Ucrania y Kazajstán, se espera que tengan una presencia creciente en mercados de exportación. India se ha convertido en un importante exportador de arroz, algodón y carne de res en la década reciente, y se prevé que continúe en esa tónica. Birmania y Camboya han expandido la producción de arroz y se espera que aumenten significativamente sus exportaciones de arroz durante el período de proyección”. En cuanto a las reservas o inventarios mundiales, señala que han aumentado en la mayoría de los cultivos durante los años recientes. “A raíz de la volatilidad de los precios de los cultivos básicos desde 2008, las políticas también han tendido a apoyar niveles de existencias superiores. En China, las políticas de apoyo a los productores han dado lugar a la acumulación de grandes cantidades de granos y algodón. Del mismo modo, Tailandia ahora tiene grandes reservas de arroz, y la India tiene fuertes reservas de arroz y el trigo, debido en parte a las políticas dirigidas productores y para garantizar la seguridad alimentaria. Los inventarios en manos de Estados o acordados con éstos son una parte importante de las existencias totales de algunos países. Los cambios previstos en estos niveles de existencias afectarán la trayectoria de los mercados de cereales y algodón a nivel mundial durante los primeros tres o cuatro años del período de proyección”. El USDA considera por otro lado que la expansión global de la producción de agrocombustibles continuará durante la próxima década, aunque a un ritmo más lento que en los cinco años recientes. Como resultado, la demanda de materias primas para estos productos (maíz, caña de azúcar, oleaginosas) también seguirá creciendo, aunque más lentamente. Los productores de agrocombustibles más grandes son: Estados Unidos, Brasil, la UE y Argentina. Indonesia y Malasia siguen aumentando la producción de éstos, pero a partir de aceite de palma y Filipinas está expandiendo el uso de copra para ese propósito. La UE seguirá siendo el mayor importador mundial de agrocombustibles en todo el periodo de proyección. El biodiesel representa la mayor parte de las importaciones de agrocombustibles de la UE. Brasil suministra gran parte de las importaciones de etanol de la UE. También se proyecta que la UE importe semillas oleaginosas y aceites vegetales para su uso como materia prima de biodiesel, principalmente de Ucrania, Rusia e Indonesia. Argentina, Brasil y Estados Unidos son los mayores exportadores mundiales de biocarburantes, con Argentina especializada en biodiesel a base de aceite de soya, Brasil en etanol a base de caña de azúcar y Estados Unidos en etanol a base de maíz. Las exportaciones de Argentina y Brasil crecerán de manera constante en las proyecciones, pero las exportaciones están limitadas ya que se prevé que ambos países incrementen su uso nacional de biocombustibles. (LER).
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