¿Y en México?
n Europa se reanuda la batalla contra las relaciones entre humanos y animales en momentos en que resurge en varios países, como Alemania y Noruega. No es algo nuevo, pues la mitología que rodea dicha práctica se remonta a varios siglos atrás y salpica a los mismísimos dioses griegos, como Zeus. El problema existe y todavía no se aborda lo suficiente en términos éticos, sociales y económicos.
Pero los defensores de los derechos de los animales utilizan todas sus armas para combatir tal práctica cuando Dinamarca se apresta a erradicar el turismo sexual sea con un perro, un caballo un cerdo o un delfín. Como en otros países y en 15 estados de la Unión Americana, la legislación danesa todavía tolera algunas prácticas sexuales con animales. Pero una ley los protege del sufrimiento, dolor, angustia o daño duradero. Mas los días de esta tolerancia están contados.
El parlamento de Holanda finalmente las prohibió, como antes lo hicieron Bélgica, Francia, Noruega, Polonia, Suiza y Suecia. Además sancionará la distribución, producción y venta de contenido zoofílico. El 80 por ciento de la producción mundial de pornografía animal se realiza en Holanda y circula libremente por Internet.
En Alemania, con 2 millones de zoófilos, también ya se castiga con multa de 30 mil dólares el amor desmedido por los animales
. La sanción fue criticada por el líder zoofilico Michael Kiok, quien sostiene que es más fácil comprender a los animales que a las mujeres
.
En el Reino Unido la prohibieron por ser un ataque contra el animal que, obviamente, no puede dar su consentimiento a las relaciones sexuales
y ser una pésima reputación para el país, según Dan Jorgensen, ministro de Agricultura.
La penalización casi generalizada en Europa hizo que los adeptos de la parafilia se dirigieran hacia lugares donde aún pueden realizarla. España se convirtió así en paraíso para gente con estas inclinaciones, y en una gran productora de cine porno zoofílico. Los proxenetas de animales tienen bien montado su negocio: cobran por adelantado y traen los animales preferiblemente a viviendas aisladas del resto de la población. Los más solicitados son perros y caballos, en su mayoría adiestrados desde pequeños para un único fin: practicar sexo con personas. La impunidad los ampara.
El Observatorio Justicia y Defensa Animal, que integran juristas, veterinarios y sociólogos, afirma que la zoofilia está más extendida de lo que se puede imaginar y el porno es la otra pata de un próspero negocio
. Exige que se castiguen penalmente.
Es una de las prioridades en la agenda de quienes luchan en pro de los derechos de los animales. Pese a las resistencias de algunas autoridades, los aires les son favorables, pues son muy pocos los que defienden públicamente la zoofilia. ¿Y en México?