Sí, quien vea las 14 películas de la 58 Muestra Internacional de Cine tendrá, de manera general, un panorama del séptimo arte de vanguardia de hoy, afirmó ayer Alejandro Pelayo, director general de la Cineteca Nacional, al dar los pormenores de esta actividad, que comenzará el 27 de marzo.

Esta edición primaveral presenta cintas procedentes de Grecia, Israel, Hungría, Italia, México, España, Francia y Canadá, entre otros países. Los títulos son para verse ¡a la de ya!: El pequeño Quinquin, de Bruno Dumont; La cautiva, de Atom Egoyan; el filme animado El niño y el mundo, de Alê Abreu, y la última obra de Alain Resnais: Amar, beber y cantar, entre otras. La cinematografía mexicana estará representada por La Tiricia, de Jorge Pérez Solano, filme premiado en el Festival de Cine de Tesalónica, en Grecia.

A partir del 26 de abril, la muestra empezará su recorrido, que incluye alrededor de 24 sedes en la República Mexicana.

El impacto social de la innovación tecnológica, la intolerancia ante las minorías, el radicalismo de la fe religiosa o la efervescencia de las posturas políticas extremas dan pulso a un agitado mundo moderno. Toca a las manifestaciones humanas como el arte, el cine, tratar de interpretar el devenir vertiginoso de todo este acontecer que marca la época actual. Tal inquietud está presente en las propuestas cinematográficas de este 2015.

La Muestra arranca con la obra italiana El capital humano (Il Capitale Umano, 2013), en la que se observa a la Italia actual desde la tragedia de dos familias empresarias. Por medio de una narrativa no lineal, el director Paolo Virzì presenta el valor de la vida en una era de capitalismo.

Esta programación guarda una cita con la obra de uno de los históricos del cine europeo: Alain Resnais, cineasta ya desaparecido, pero cuyo valioso legado podrá apreciarse en su última cinta: Amar, beber y cantar (Aimer, boire et chanter, Francia, 2014). Es una historia cómica con tintes de humor negro adaptada de una pieza teatral de Alan Ayckbourn.

Pelayo añadió que esta programación tiene un balance entre la obra de grandes maestros, como Resnais, y propuestas nuevas. Daremos una imagen de lo que se está haciendo.

A nivel de cinéfilos, dijo, hay de todo, desde quienes gustan de ver las películas, sin más, hasta los que son verdaderos ficheros andando. A la gente que viene a la Cineteca le gusta estar aquí; repite, es gente seria. Los ficheros... ¡son gente seria! Hemos ido constituyendo un público importante.

–La afluencia de público ha aumentado. ¿En un momento la Cineteca puede quedar chica ante la demanda?

–Sí. Diría que ya casi está rebasada los sábados y domingos. Hablamos de entre 5 mil y 6 mil personas, pero hemos puesto taquillas extras. También hace falta la descentralización en la ciudad de México. Se requieren otros espacios, sobre todo en el poniente. Ya sumamos un millón 125 mil asistentes en 2014. Ese es el límite. Creceremos, pero sólo un 5 por ciento, por ejemplo. No queremos cambiar el tipo de programación por algo más comercial. A Birdman le fue bien, pero estamos hablando de cine de calidad, y no nos vamos a pasar de ese límite.

James Bond promoverá una imagen de México

Sobre la filmación en el Distrito Federal de la nueva película de la serie de James Bond, opinó: Se trata de promover una imagen de México. Muchos estados de la República tienen departamentos para atraer filmaciones, porque se ve la ciudad. Eso es por promoción. No sé cómo haya sido el convenio en el caso de la película de James Bond, pero sí, se va a ver en todo el mundo. Vamos a ver cómo luce México... ¡Ojalá no nos veamos muy violentos!

Por su parte, Nelson Carro, director de Difusión y Programación de la Cineteca, expuso que desde hace tiempo el cine mexicano tiene muy buen espacio en la Muestra. La producción ha estado creciendo y la presencia ha aumentado. El contexto tiene que ver con la exhibición y los espacios para cine mexicano de calidad, que a veces le cuesta mucho llegar a las pantallas.

La filmación de la nueva película de James Bond, aseguró, no tiene nada que ver ni con la Cineteca, ni con el cine mexicano. No tengo ni idea de cómo se manejan esas producciones gigantescas, a escalas económica y política.

–¿Los logros en los Óscares de directores como Alejandro González Iñárritu benefician la taquilla del cine mexicano?

–No de manera directa. Que un mexicano gane un Óscar llama la atención sobre el cine y los mexicanos. Si no hay una relación directa, sí hay una asociación. En esta 58 Muestra están programadas dos cintas mexicanas. Las recomiendo, por supuesto, así como la última obra de Resnais, extraordinaria. Era un gran cineasta y a sus 93 años seguía siendo un realizador joven, como pasó con Godard.

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