El delantero paraguayo Roque Santa Cruz tardó siete semanas en poder regresar a las canchas. Durante una sesión de rehabilitación tuvo una molestia que retrasó su retorno, pero este sábado pisará otra vez el césped con el equipo si así lo decide el entrenador Luis Fernando Tena.

El colombiano Carlos Lizarazo, en cambio, aún no está listo y deberá esperar, pues una serie de lesiones –desde una cirugía de varicocele en Colombia hasta una infección gastrointestinal por los cambios de alimentos– han postergado su recuperación.

Alfonso Jiménez, jefe de los servicios médicos de Cruz Azul, precisó que las circunstancias en las que llegaron estos refuerzos les complicó la adaptación al equipo.

Ellos vienen de otro tipo de trabajo, lamentablemente la pretemporada fue muy corta, algunas cuestiones fueron muy rápidas y también la adaptación tiene que ser muy rápida, explicó Jiménez. Vienen de otro tipo de futbol y de otras exigencias, y hay grupos musculares que en otros lados los trabajan más que otros.

Todo eso repercutió en el estado físico de los jugadores –agregó el médico–, no fue algo que pudieran evitar con evaluaciones previas porque el equipo se encontraba disputando el Mundial de Clubes en Marruecos.

Esos jugadores llegaron cuando nosotros estábamos en el Mundial de Clubes; yo no tuve oportunidad de verlos, aclaró. El hecho de los antecedentes que tengan, ahí ya la directiva es la que se encarga de todas esas situaciones, a nosotros lo que nos queda en el momento que llegan es evaluarlos y ver si están en condiciones.

Roque, recapituló, venía de jugar en España y después una serie de trayectos a Paraguay y México, actividad que le impidió adaptarse al trabajo en Cruz Azul.

No es porque sea mejor o peor, sino porque son diferentes, y todo eso lo dejó expuesto a presentar alguna molestia, señaló.

En el proceso de rehabilitación de Santa Cruz, el doctor contó que un día trabajó con mayor intensidad y eso hizo que se resintiera, por lo que decidieron aplazar el retorno hasta la jornada nueve. El más reciente duelo que jugó el paraguayo fue en la fecha dos: 14 minutos contra Santos.

El caso de Lizarazo es más complicado, porque se le han sumado dolencias que han retrasado su reincorporación y, por tanto, no tienen una fecha de regreso.

La fecha está abierta, no podemos decir un tiempo preciso, eso será de acuerdo con la evolución que vaya teniendo; estamos tratando el padecimiento, pero no hay una regla que te diga cuándo puede regresar.

Recordó que la situación de Lizarazo se arrastra desde la cirugía que le practicaron en Colombia, que se agudizó con otras complicaciones.

Se nos sigue colgando esa medallita, incomoda, admitió Jiménez. Cuando cometemos errores, hay que reconocerlos, pero a veces se confunde la información, como en este caso.