La historia de la arqueología en México durante casi 500 años es el eje del libro de Enrique Vela, que recrea esa disciplina desde la época del contacto español hasta la actualidad con un estilo gráfico.

Arqueología, volumen coeditado por Penguin Random House y la Dirección de Publicaciones del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), retoma no sólo los grandes hallazgos que pueblan los museos y zonas arqueológicas, sino las formas en que esta disciplina se ha transformado, dice Vela a La Jornada.

Se trata, prosigue el arqueólogo, de explicar al mayor público posible cómo y por qué ese vasto acervo ha sido traído a la luz y es instrumento indispensable para conocer el desarrollo histórico. Además, realicé un recuento de la transformación de la arqueología en diversas etapas tanto en sus formas de considerar el objeto de estudio, sus teorías y técnicas de exploración.

El libro pertenece a la serie Historia Ilustrada de México, coordinada por Enrique Florescano, con la cual se difunde la historia y la cultura del país con lenguaje atractivo para el lector y formato innovador apoyado en la imagen.

Al margen de varios registros de la época prehispánica realizados por cronistas, frailes y diversas fuentes, hacia el final del siglo XIX y principios del XX, se da el momento clave de la arqueología en México, porque es cuando hace sus trabajos el primer arqueólogo profesional: Leopoldo Batres.

Sin embargo, Batres hizo lo que pudo con la investigación arqueológica al recurrir a los medios, técnicas y teorías existentes, recuerda el editor de la revista Arqueología Mexicana.

Batres es el emblema del uso de la arqueología porque sus exploraciones se dirigieron la celebración del centenario y con ello mostrar el pasado esplendoroso de esta nación.

Este personaje, prosigue Vela, es el ejemplo paradigmático de cómo el Estado usa el pasado pero, al margen de esta situación, no se niega que Batres hizo trabajos arqueológicos importantes.

A Manuel Gamio, explica, los mexicanos le debemos mucho porque es una figura importantísima en esta disciplina y, por tanto, retomé las exploraciones que hizo y el contexto histórico en que sucedieron, qué buscaba y qué logró, como el ambicioso proyecto de Teotihuacán que no volvió a tener otro similar, sino 50 años después.

Otro hito en la arqueología fue el hallazgo de la tumba de Pakal, en Palenque, por Alberto Ruz Lhuillier, pues implicó otro cambio fuerte respecto de lo que se creía que era la historia mesoamericana y de los mayas y también de lo que se puede encontrar en las zonas arqueológicas.

El libro incluye referencias sobre descubrimientos en Tenochtitlán, los trabajos en la Tumba VII de Monte Albán, por Alfonso Caso, el Templo Mayor.

Arqueología será presentado el jueves 12 a las 19 horas en la Librería Rosario Castellanos (Tamaulipas 202, colonia Condesa).