El patrimonio del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) sufrió en 2013 un probable daño o perjuicio cercano a 4 mil millones de pesos por salidas de medicamentos de las farmacias de clínicas y hospitales que no se justificaron en documentos. Así lo determinó la Auditoría Superior de la Federación (ASF)

Hasta el momento de elaboración del dictamen, en diciembre de 2014, persistía la falta de comprobación de dichas salidas, así como la constancia clara de que el Seguro Social instaló y puede garantizar que cuenta con un sistema confiable de almacenamiento, uso de información de sus inventarios y salida de medicamentos.

En la revisión de la cuenta pública de 2013, la ASF también encontró que aunque en ese año, el instituto instauró, entre otras medidas para mejorar la eficiencia del gasto, la reducción de inventarios de medicamentos de tres a dos meses y con niveles mínimos y máximos de cada clave, en dos hospitales revisados la disposición se cumplía en 44 por ciento.

El órgano fiscalizador encontró que el control de existencias de fármacos se lleva con el Sistema de Abasto Institucional (SAI), pero éste carece de un mecanismo de extracción, almacenamiento y uso de la información histórica; es decir, no puede responder una solicitud con información específica, confiable y oportuna.

Esto se debe a que el SAI trabaja de manera aislada dentro del IMSS, carece de una base de datos centralizada y la información se debe obtener en cada una de las 2 mil 300 unidades médicas.

Además, se detectó que las delegaciones del IMSS y las Unidades Médicas de Alta Especialidad utilizan el programa informático Oracle, mientras los subalmacenes y farmacias funcionan con el programa SQL, que son incompatibles.

Ante la irregularidad, el instituto informó que el SAI migraría al sistema People Soft, aunque al término de la auditoría no presentó evidencias de que ya estuviera en marcha.

Ante la dificultad que representa la obtención de datos sobre los movimientos de salida de medicamentos, la ASF realizó procedimientos de cumplimiento de auditoría. Para ello revisó los volantes de codificación, que son los documentos donde se llevan a cabo esos registros en las unidades médicas.

En el año de supervisión se registró salida de productos farmacéuticos (medicinas, lácteos, vacunas, narcóticos y estupefacientes de alta especialidad y de lenta disponibilidad) con un valor de 36 mil 157.5 millones de pesos. Se revisaron los datos de 19 delegaciones por un total de 18 mil 206.5 millones de pesos, equivalente a la mitad del total.

Con este trabajo, la ASF ubicó que en 17 de las 19 delegaciones hubo salidas de medicamentos que no se justificó y que representa el probable daño al patrimonio institucional por casi 4 mil millones de pesos.

En el transcurso de la auditoría, el IMSS indicó que solicitará a las unidades médicas los documentos que avalen los faltantes, aunque también señaló que existen unidades médicas globales que no manejan inventarios, por lo que tampoco documentan la salida de medicinas.

Respecto del presupuesto ejercido, la ASF observó que por un deficiente registro contable se registraron diferencias en los pagos de contratos de medicamentos. Mientras en vacunas y productos de alta especialidad aparentemente el IMSS erogó 422 millones de pesos de más, en medicinas, narcóticos y estupefacientes pagó menos, 350.3 millones de pesos menos respecto de lo presupuestado.