Brasilia.

La policía brasileña arrestó este domingo a por lo menos ocho personas que participaban en una huelga de camioneros que lleva más de diez días, poco después de que la oficina de la presidenta Dilma Rousseff anunció que aumentará la vigilancia policial para garantizar el cumplimiento de las decisiones judiciales que esta semana ordenaron a los transportistas despejar las vías.

Esta semana la movilización llegó a bloquear tramos de carreteras en 11 estados y obstaculizó la distribución de alimentos, pero actualmente está concentrada en las regiones del sur de Brasil como Río Grande do Sul, Paraná y Santa Catarina, que se escindieron de un acuerdo alcanzado el miércoles en Brasilia entre el gobierno, sindicatos y empresarios.

Las ocho personas detenidas participaron en una protesta en Río Grande do Sul, donde la noche del sábado incendiaron un vehículo lleno de llantas, en protesta por la muerte del conductor Adriano Machado, arrollado por un camión que rompió el bloqueo en la autopista para poder avanzar en el municipio de Sao Sepe.

El Ejecutivo reportó que 80 por ciento de los bloqueos de carreteras se han registrado en el sur, mientras la televisión mostró este domingo protestas en otras regiones, como en una autopista en Sao Paulo. También se reportaron bloqueos en carreteras de Mato Grosso y Mato Grosso do Sul, en la región centro oeste del país, productora de granos.

La huelga comenzó a distenderse el miércoles, cuando el gobierno ofreció congelar seis meses el precio del diesel y un sistema para actualizar el valor de los fletes, dos de las reivindicaciones de los huelguistas.

Sin embargo, de acuerdo con representantes sindicales, líderes de transportistas del sur del país no aceptaron la oferta presidencial y se independizaron de las agrupaciones que suscribieron el pacto.