Domingo 1º de marzo de 2015, p. 29
Monterrey, NL.
El crecimiento de la zona urbana en Monterrey ha privilegiado el crecimiento de negocios y vialidades, pero dejó olvidadas las plazas. Ante ello, vecinos y autoridades municipales iniciaron la tarea de recuperar banquetas y calles para los peatones, lo que dio origen a un nuevo tipo de espacio público: los parques de bolsillo.
Las banquetas se amplían y acondicionan como centros de convivencia. Su existencia se encuentra contemplada en el nuevo reglamento de uso de suelo de Monterrey y sólo basta hacer una solicitud para obtener el permiso en menos de dos semanas.
Como dicen los colombianos, lo contrario a la inseguridad no es la seguridad, sino la convivencia y ese es el propósito de esta iniciativa: fomentar la convivencia
, explicó Gabriel Todd, director del Instituto de Planeación y Convivencia de Monterrey (Implanc).
Los parques de bolsillo fueron un proyecto del Laboratorio de Convivencia Ciudadana (LCC), encabezado por Indira Kempis, y empezaron a mediados de 2014 con ampliaciones de banqueta en Morelos y otras calles del barrio Antiguo, en el corazón de la ciudad, que se fue quedando vacía debido a la violencia que se vivió entre 2010 y 2013.
El experimento comenzó en la calle Morelos, afuera del LCC, y la idea fue apropiarse, literalmente, del espacio público mediante tarimas colocadas sobre la calle y en ésas pusimos bancas, mesas y plantas. Se volvió un lugar que invita a sentarse, a convivir
, explicó Francisco Naranjo, colaborador del LCC.
El ejemplo del parque de bolsillo ya tiene una réplica en la esquina de Isaac Garza y Porfirio Díaz, donde un vecino decidió aprovechar las ventajas que ofrece el ayuntamiento. Vivimos en un área de 81 manzanas y no tenemos un solo parque o placita, es el área norponiente del centro de Monterrey
, expuso Saúl Escobedo, impulsor del espacio.
Nos atrajo la idea, muy novedosa, y a los pocos días ya teníamos nuestra plaza de bolsillo
, comentó el vecino.
Otro modelo se encuentra frente a la iglesia La Purísima. Ahí, los dueños de cuatro negocios transformaron 11 cajones de estacionamiento en una zona para convivir.