Un romance con una ola, el deseo por tener un ramito de ojos azules, el relato de un viejo con el ceño fruncido por el odio, la carta a dos desconocidas y un llamado a la conciencia de un personaje no identificado, son algunas de las historias encontradas en las arenas movedizas por las que Octavio Paz (1914-1998) nos sumerge y ahoga con la sabiduría de un patriarca sosegado por una narrativa repleta de simbolismos.

Arenas movedizas, con ilustraciones de Gabriel Pacheco, plantea ideas entretejidas a personajes insólitos en una decena de cuentos, 10 caminos sin inicio ni fin, en los que la intriga, el suspenso y la ternura nos dan la brecha necesaria para comprender las pasiones e inquietudes, así como los cándidos pensamientos de un ramillete de seres y su necesidad por contar sus trágicas historias, para así seguir sobrellevando la vida.

En estas arenas es indispensable identificar los mensajes que Octavio Paz ofrece a las nuevas generaciones.

Por ejemplo, para mí, un estudiante en la segunda década de vida, el cuento Carta a dos desconocidas representa el inicio y fin de la vida, en la que el personaje es llevado de la mano por dos mujeres.

Una metáfora interesante para los que buscan el sentido de la vida acompañados por una mujer.

En Prisa, narración en primera persona, el autor ilustra las frustraciones presentes en la adolescencia y en la edad adulta, como el deseo de ser parte de un grupo y no lograrlo, o la necesidad de llenar un vacío, de ocupar un espacio, de querer dejar de ser ausencia. Así, Octavio Paz nos habla de la prisa por encontrar lo que somos, excluyendo nuestra fatalidad e ignorando nuestro destino.

El poeta enreda y desenreda las metáforas, las hace suyas, las toma de la mano y en nuestro pensamiento las transforma, poco a poco, en una lluvia de electrizantes chispas, logrando un reordenamiento sobre aspectos esenciales de la vida, provocando el deseo de querer terminar de redescubrir al escritor y Nobel mexicano de quien el año pasado se conmemoraron cien años de su natalicio.

Alternativa a la imaginación

Respecto del trabajo de Gabriel Pacheco, graduado en escenografía por la Escuela Nacional de Teatro del Instituto Nacional de Bellas Artes y ganador de diversos premios internacionales, presenta imágenes fúnebres, de colores opacos con tonalidades plomizas, en las que numerosos elementos como prismas irregulares sobre figuras humanas con miradas abyectas e inexpresivas ejemplifican la condición de los personajes.

Las ilustraciones también nos muestran una diferente perspectiva hacia los lugares, pensamientos y sentimientos de los protagonistas, representan una alternativa a la imaginación.

Arenas movedizas de Octavio Paz esperaba el trabajo de Gabriel Pacheco para formar un libro en el que el Fondo de Cultura Económica presenta a dos exponentes de las artes, nacidos en diferentes épocas, pero que actúan de manera unida con la finalidad de contar y reinterpretar las historias de un mismo imaginario.

Título: Arenas movedizas

Autor: Octavio Paz

Ilustraciones: Gabriel Pacheco

Editorial: FCE

Páginas: 64

Precio de lista: 210 pesos

Texto: Luis Enrique

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