Durango, Dgo.

El duranguense Rubén García Villalpando, de 31 años, quien fue asesinado a balazos el pasado día 20 por un policía de Grapevine, en el condado de Tarrant, Texas, tenía 16 años de vivir en esa ciudad. Dejó cuatro niños huérfanos y le sobrevive su esposa, Martha Romero. Su familia exige justicia, que se castigue al agresor y que las autoridades mexicanas no permitan que se dé carpetazo a este asesinato racial.

El cónsul general de México en Dallas, José Octavio Tripp Villanueva, envió una carta al fiscal de distrito en la que solicita que se realice una investigación exhaustiva para que se deslinde la responsabilidad legal.

Rubén decidió partir a Estados Unidos a los 15 años, en cuanto terminó la secundaria en la escuela de la comunidad Nuevo Porvenir, en Durango, motivado porque su hermano Francisco, de 19, se había ido un par de años antes y estaba trabajando y ganando dólares.

Se asentó en Grapevine, donde residía su hermano, con quien vivió durante tres o cuatro años, hasta que Francisco se casó y se mudó a otra comunidad. Rubén se quedó en esa ciudad, conoció a Martha Romero, originaria de San Luis Potosí, con quien se casó hace una década; procrearon cuatro hijos, el más pequeño de 14 meses y el mayor de nueve años.

Los padres de la víctima, Rubén García y Estela Villalpando, son originarios del municipio de Nuevo Ideal. El papá se ha dedicado a la siembra de maíz y frijol, mientras la madre –con la ayuda de los hijos en el extranjero– logró instalar una panadería. Ambos partieron a Estados Unidos en cuanto supieron del fallecimiento de su hijo.

Esteban Villalpando, tío de Rubén, comentó: no cabe la menor duda de que se trata de un asesinato racial; ruego para que las autoridades mexicanas no permitan que se dé carpetazo al asunto, que se exija justicia y no quede impune.

Israel Soto Peña, presidente del Congreso de Durango, dijo que al menos 60 mexicanos han muerto a manos de policías, y hasta ahora no saben de algún caso donde se haya castigado a los uniformados.

Condena en el Senado

El Senado condenó enérgicamente el crimen contra el connacional y demandó a la cancillería que exija al gobierno de Estados Unidos esclarecer la responsabilidad penal en que hayan incurrido los policías, quienes hicieron uso de la violencia excesiva e innecesaria.

El punto de acuerdo fue aprobado por unanimidad y se solicitó además que la Secretaría de Relaciones Exteriores, por de medio del consulado de México acreditado en Dallas, Texas, otorgue el apoyo necesario a los familiares de García Villalpando y gestione ante las autoridades competentes las acciones y/o medidas tendentes a procurar y obtener la reparación del daño. Fue el último punto en la agenda de una larga sesión que concluyó cerca de las 16:30 horas.

(Con información de Víctor Ballinas y Andrea Becerril)