La esterilización forzada en mujeres con discapacidad sicosocial o mental es una práctica recurrente en la ciudad de México, que implica graves violaciones a los derechos humanos de esta población, señala un informe de Disability Rights International (DRI) y el Colectivo Chuhcan, presentado en la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF).

El estudio Abuso y negación de derechos sexuales y reproductivos a mujeres con discapacidad sicosocial en México se elaboró con 51 pacientes en externamiento de hospitales siquiátricos con sede en el Distrito Federal, el cual arrojó que 40 por ciento de las personas entrevistadas había sido esterilizada sin su consentimiento.

También se encontró que, a otras mujeres, sus familias las obligaron a someterse al procedimiento para evitar que quedaran embarazadas. Argumentaron que no deberían tener hijos porque podrían heredarles la discapacidad o porque se ven como personas indeseables, defectuosas, que no se deben reproducir porque pasarían sus defectos a otros.

De acuerdo con la muestra, de las 51 mujeres entrevistadas, que si bien se podría decir que no es representativa de las mujeres con padecimientos como esquizofrenia, desorden bipolar o depresión, entre otros, sí es indicativo porque se aseguraba que este sector tenía las mejores condiciones, y se encontró que a más de 50 por ciento de las encuestadas se les dijo que no deben tener hijos, expuso Priscila Rodríguez, directora de Iniciativa de Mujeres Disability Rights International.

Las mujeres, de manera independiente acuden a la Clínica 23 y al Hospital Siquiátrico de San Fernando, ambos del Instituto Méxicano del Seguro Social; al Ramón de la Fuente y al Fray Bernardino Álvarez, lo que significa que no viven segregadas, como es el caso de otras que sufren alguno de esos padecimientos.

Además de la esterilización forzada, el estudio también arrojó que estas mujeres son sujetas a abuso sexual. Más de 40 por ciento señalaron haber sufrido alguna agresión al acudir al ginecólogo, y entre las que mencionaron estaban el abuso sexual y la violación.

Tras dos años de investigación, Eric Rosenthal, director de DRI, consideró que la principal razón para la esterilización forzada es encubrir el abuso sexual a mujeres adultas y niñas que pudieron quedar embarazadas.

Priscila Rodríguez añadió que el estudio muestra hechos que constituyen graves violaciones a derechos humanos perpetradas en contra de mujeres con discapacidad, específicamente a sus derechos sexuales y reproductivos, los cuales han sido ignorados por mucho tiempo.

Además, en la presentación del informe se hizo un llamado para que el gobierno de México atienda este asunto y garantice que las mujeres tengan acceso a servicios de salud reproductiva de manera segura, porque la esterilización forzada es una forma de tortura.