El subsecretario del Vaticano para las Relaciones con los Estados, Antoine Camilleri, señaló ayer que “el Papa Francisco deja constancia de su seria preocupación por el escalamiento que un documento privado ha tenido en diversos medios de comunicación, en el que utiliza expresiones como ‘mexicanización’”.

Dicha expresión, señala, hace alusión al combate que en distintos países de Latinoamérica se realiza contra el narcotráfico y el crimen organizado”. Precisa que en ningún monento se pretendió herir los sentimientos del pueblo.

De acuerdo con un comunicado de la cancillería, la aclaración se hizo este martes ante el embajador de Méxco en el Vaticano, Mariano Palacios Alcocer, quien en entrevista radiofónica consideró que a partir de este intercambio de notas diplomátcias están dadas las condiciones para construir una relación de confianza en el futuro.

En su respuesta a la nota diplomática del gobierno mexicano –segunda en la historia entre ambos Estados–, la sede papal subraya que el término mexicanización de ninguna manera tendría una intención estigmatizante hacia el pueblo de México y, menos aún, podría considerarse una opinión política en detrimento de una nación que realiza un esfuerzo serio por erradicar la violencia y las causas sociales que la originan.

De acuerdo con la cancillería, “el Vaticano reconoció que los programas aplicados por el gobierno de México para la preservación de la paz y la tranquilidad sociales conllevan a enfrentar las causas que la originan, de ahí que Francisco haya insistido a los obispos mexicanos sobre la conveniencia de establecer programas de cooperación y colaboración respetuosa con las instancias públicas, para sumar esfuerzos en tal propósito.

La Santa Sede considera que la gravedad del fenómeno del narcotráfico en Latinoamérica ha obligado a que los gobiernos, como el de México, establezcan programas para combatir la violencia, devolver la paz y la tranquilidad a las familias, agrega.

Durante la entrevista radiofónica, Palacios Alcocer destacó que este tipo de asuntos deben servir para mantener una comunicación fluida, como nunca en la historia de los 22 años de relaciones diplomáticas, donde ambas partes muestran su deseo genuino de zanjar el vaivén en el que estuvimos los últimos días.

El ex embajador Hermilo López Bassols, aclaró que la primera nota diplomática que envía el gobierno de México al Vaticano fue en 1862, durante el gobierno de Benito Juárez, para romper relaciones por la injerencia política de la iglesia católica en asuntos de México.