Encabeza en Coalcomán, Michoacán, acto por el Día de la Bandera
Miércoles 25 de febrero de 2015, p. 7
Coalcomán, Mich.
La celebración por el 194 aniversario de la Bandera Nacional fue aprovechada este martes para la inauguración de un cuartel del Ejército –cofinanciado por empresarios– en este municipio hasta hace poco asolado por Los caballeros templarios. En presencia de gran parte de su gabinete, el presidente Enrique Peña Nieto afirmó que ‘‘este campo se edificó para fortalecer la presencia de nuestras fuerzas armadas en esta zona estratégica de los estados de Michoacán y Colima, con el 65 batallón de infantería’’.
Acompañado por los legisladores perredistas que aún presiden las cámaras de Diputados y de Senadores, Silvano Aureoles y Miguel Barbosa, respectivamente, el mandatario confió en que los integrantes del Ejército que estarán adscritos a este cuartel ‘‘cumplirán con honor y valor las misiones encomendadas’’, porque ‘‘cuando la patria ha necesitado a sus soldados y marinos, la bandera y el escudo nacionales han sido aliciente para enfrentar con gallardía a los enemigos de México’’.
Sin embargo, sería el general de división Pedro Felipe Gurrola, comandante de la 12 Zona Militar y ‘‘mando especial’’ para la seguridad (quien sustituyó al comisionado Alfredo Castillo), quien hizo una defensa del papel de los militares para luego expresar: ‘‘Coincidimos en la importancia de contar con un marco legal apropiado, moderno y funcional que dé certidumbre al actuar diario de cada soldado, dando respuesta certera a las exigencias de nuestra sociedad’’.
Ofreció que los soldados adscritos al cuartel del 65 batallón de infantería –financiado parcialmente por ‘‘entusiastas empresarios’’– actuarán con ‘‘irrestricto apego’’ a los derechos humanos, asumiendo que ‘‘el mayor reto que enfrentamos es la inseguridad, originada por la delincuencia organizada’’.
El militar enfatizó que ha habido avances sustanciales en esta renglón, pues según los parámetros del Consejo Nacional de Seguridad Pública, la entidad ocupa el séptimo lugar en seguridad y entre las 50 ciudades más peligrosas en el mundo ninguna está en Michoacán.
‘‘Hace un par de años era imposible que hiciéramos una ceremonia aquí; ahora, con toda naturalidad, igual podemos ir a Apatzingán, igual que a cualquier punto de la geografía michoacana’’, dijo, tras mencionar que el cuartel tendrá 500 elementos. Llamó a políticos y medios de comunicación a revertir la percepción social, en México y en el extranjero, de que Michoacán es muy inseguro.
En su turno, el gobernador interino (tercero en esta administración en tan sólo 3 años y medio), Salvador Jara, pugnó por que con la inauguración del cuartel haya mayor interacción entre los soldados y la población de Coalcomán, al tiempo que acotó que el gobierno del estado aportó maquinaria para su construcción.
Coincidió en la ‘‘mala percepción’’ que hay de la inseguridad (‘‘se sigue hablando mal de Michoacán’’), toda vez que se consiguieron importantes avances en 2014, con el comisionado Alfredo Castillo, que deberán consolidarse este año producto de la ‘‘excelente coordinación’’ entre el gobierno federal y el estatal.
Con el sol a plomo (29 grados centígrados que hicieron desfallecer al menos a nueve menores de edad que formaban parte de una treintena de escoltas que acudieron al cuartel para ser abanderados), la ceremonia fue un festín de discursos, todos de fervoroso patriotismo, lo mismo del ministro de la Suprema Corte de Justicia Jorge Mario Pardo Rebollar que de Miguel Barbosa, presidente de la mesa directiva del Senado, y de Silvano Aureoles, su homólogo en la Cámara de Diputados.
Virtual candidato del PRD a la gubernatura, Aureoles Conejo no desaprovechó el foro y entre exaltaciones a la bandera deslizó elogios a las fuerzas armadas y frases grandilocuentes, casi de político en campaña, para enfrentar la coyuntura. La campaña en Michocán está por empezar.