El Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa (Inifed) incumplió con el diagnóstico del estado en que se encuentran más de 25 mil escuelas de educación básica en el país, porque la información técnica que recabó no se presentó con los niveles de seguridad, habitabilidad y pertinencia.

Por ello no se logró evaluar, calificar y presentar un dictamen de las condiciones físicas de los planteles, de acuerdo con los requisitos previstos en la Ley General de la Infraestructura Física Educativa (Lgife).

Sin embargo, el instituto gastó 288.6 millones de pesos etiquetados al programa Diseño, construcción, consultoría y evaluación de la infraestructura física educativa, erogación que superó en 2.5 millones lo reportado a la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

De acuerdo con los resultados de la revisión a la Cuenta Pública 2013, realizada por la ASF, el Inifed tampoco cumplió con hacer público el Programa Nacional de Certificación en tiempo y forma, pues la Lgife, expedida en 2008, establecía que debía hacerse 90 días después de la entrada en vigor del reglamento de dicha norma, esto es, en noviembre de 2013, pero se publicó en el Diario Oficial de la Federación hasta enero de este año.

La ASF revela en su dictamen sobre la certificación de escuelas de educación básica, que el organismo público incumplió con la evaluación de las escuelas de prescolar, primaria y secundaria en términos de calidad, seguridad, funcionalidad, oportunidad, equidad, sustentabilidad y pertinencia, y tampoco formó ni acreditó a evaluadores de la calidad de la infraestructura física educativa.

Asimismo, se detectó que si bien actualizó la regulación técnica, a través de la norma mexicana NMX-R-021-SCFI-2013 sobre la calidad de la infraestructura física educativa y sus requisitos, no se establecieron las especificaciones sobre los que se deben satisfacer en cuanto a calidad, seguridad y funcionalidad.

Por ello, la ASF determinó que el Inifed no cumplió, al cierre de 2013, con su finalidad, pues el instituto no evaluó ni certificó las infraestructura física de ninguna de las 199 mil 678 escuelas públicas de educación básica, debido a que no estableció el Programa Nacional de Certificación.

Cabe señalar que de acuerdo con el Programa Institucional del Inifed 2014-2018, en México al menos 40 mil 239 escuelas de prescolar, primaria y secundaria ocupan construcciones precarias o adaptadas, ya que sólo 73 por ciento fueron construidas con fines formativos.

Además, se detectó que 51 por ciento de las poco más de 152 mil instalaciones dedicadas a labores educativas tienen en promedio más de 30 años de antigüedad, por lo que requieren de reparaciones mayores.

Debido a los incumplimientos detectados, la ASF señala que se desconoce el número de escuelas de educación básica que cumplen con los requisitos.